Los famosos diques de colas son una de las más criticadas y temidas construcciones de la actividad minera a nivel mundial. Independientemente de las innumerables normas de seguridad que se requiere para su construcción, siguen siendo criticados por ser depósitos de desechos mineros. Sin embargo, según la palabra de un profesional especializado en diques de colas, Roberto Sarudiansky, los desechos que son almacenados pueden ser reutilizados y aprovechados económicamente.

“Esto es algo que ya se ha realizado anteriormente en otras minas. Pero que se lleve a cabo implica que el valor de los minerales almacenados en los diques de colas sean lo suficientemente redituables para incentivar la explotación de los mismos”, explicó el profesional.

Los diques de colas almacenan aquello que, en función de las tecnologías disponibles y de los precios de metales y minerales, se considera residuo de un proceso de concentración. Los desarrollos tecnológicos futuros y los precios del mercado pueden posibilitar el aprovechamiento de metales y minerales que pueden existir en las colas.

“En la Universidad Nacional de San Martín estamos encarando un inventario que tiene como objetivo complementario la identificación de diques de colas que, a la luz de las tecnologías actuales, pudieran ser de interés económico para el mercado actual”, comentó el geólogo Roberto Sarudiansky.

Según explicó el profesional, el enfoque para llegar al aprovechamiento de las colas de una antigua operación minera es similar al de un proyecto minero actual. Se debe explorar, y si es factible desde el punto de vista técnico, económico y ambiental, se inicia la fase de construcción y de operación. Este proceso cuenta además con su propio cierre de mina. Este tópico resulta de gran importancia, especialmente en la provincia de San Juan, donde existen diques de colas en uso, y algunos como Pascua Lama, de más de 257 millones de toneladas de almacenamiento de residuos, que todavía no entra en actividad. ¿Por qué no pensar que luego del cierre de las grandes minas que existen en la provincia (si el mercado lo permite) se pueda continuar aprovechando sus residuos minerales?

Función y actividad

Los residuos provenientes del procesamiento de minerales se conocen como colas, relaves o jales (tailings). Si los residuos son lodos o una mezcla líquida de materiales finos, son transportados a presas o depósitos mediante ductos, ya sea por gravedad o con ayuda de bombeo. Estas presas se denominan diques de cola. Esta estructura sirve, en principio, para almacenar residuos. Pero existe otra importantísima función de los diques de colas: permiten recuperar agua y utilizarla nuevamente en el proceso de concentración. A modo de ejemplo, en el caso particular del Proyecto de Minera Alumbrera, en la provincia de Catamarca, el 75 por ciento del agua que se utiliza en el proceso proviene de la recuperación a partir del dique de colas que poseen.

La localización de los diques de colas debe ser cuidadosamente estudiada a efectos de minimizar los riegos propios del almacenamiento de estos residuos y de optimizar los volúmenes a almacenar. Para la elección del lugar se deben tener en cuenta aspectos tales como las características químicas y físicas de las colas, el volumen, el potencial de generación de ácidos, las características de los efluentes, la geología y la hidrología, el clima, el riesgo sísmico, la percepción del público y, por supuesto, la legislación y las regulaciones existentes.

En la Universidad Nacional de San Martín se está trabajando para realizar un inventario de los diques de colas, antiguos y en operación, que existen en el territorio nacional. Según las fuentes de la casa de estudio, es un trabajo de largo aliento y para concretar el mismo es importante contar con la colaboración de otros organismos de investigación, empresas e instituciones vinculadas con el sector minero.

“A la fecha sólo podemos estimar, en función de antecedentes históricos, que podrían existir alrededor de noventa operaciones mineras antiguas que posiblemente hayan almacenado sus residuos en diques de colas”, concluyó Roberto Sarudiansky.