Muchas veces nos disponemos a pasar un momento de distensión, sobre todo los fines de semana, cuando contamos con tiempo para el ocio y la relajación, pero comenzamos a buscar qué ver y nada nos atrae.

Para que eso no te suceda, te acercamos la propuesta de Giselle Slavutzky, conocida figura del ambiente artístico sanjuanino, quien se pone en la piel del espectador y recomienda ver “She’s gotta have it”.

“Es una serie que consta de dos temporadas, pero particularmente me gustaría recomendar la primera.

La serie es producida por Spike Lee, quien además dirige algunos de los capítulos. Spike Lee es un director que ha estado muy involucrado en visibilizar cuestiones raciales y de lucha antiracista en Estados Unidos y, muchas de sus producciones tienen que ver con mostrar la vida de las comunidades afroamericanas y afrodescendientes de Estados Unidos.

La serie no es la excepción.

La protagonista es Nola (DeWanda Wise), una artista visual que vive de manera bastante burguesa, pero sin trabajo estable, y oscila entre dar clases en una escuela primaria y su sueño de poder exponer sus pinturas en alguna galería de arte de Nueva York.

La serie se basa en las idas y vueltas de Nola con sus tres amantes. Ese es el conflicto que se presenta en la primera temporada, sobre cómo hace para tener una relación abierta con tres hombres muy distintos entre sí, que se complementan de cierta manera y hacen salir distintas dimensiones de su personalidad, de su vida.

Es interesante cómo se plantea la cuestión de la comunidad, de cómo se percibe ella junto a la comunidad donde vive, un barrio donde hay afrodescendientes y latinos inmigrantes. Eso hace que la serie tenga rasgos medio mágicos, donde hay elementos de las culturas y las religiones yoruba. Hay cuestiones vinculadas a la santería, lo cual es muy interesante ya que pone el ojo en otras formas de creencias religiosas.

La serie comienza con un hecho que atraviesa toda la primera temporada, que es un intento de abuso.

Nola camina por la calle, de noche, sola, y un hombre intenta abusar de ella. Esto deriva en una terapia que la lleva a descubrir muchas cosas con relación a la sexualidad, sus ideales, valores y, sobre todo, su relación con las tres personas con las que está frecuentando.

Es una serie de feminismo negro, lo cual es raro porque Spike Lee es un hombre, pero al mismo tiempo hay un fuerte anclaje de reivindicación y visibilidad de lo que sucede con el racismo en Estados Unidos.

Escribe:
Giselle Slavutzky, investigadora, creadora y gestora cultural feminista.