Para los argentinos, un piquete es simplemente una forma casi tradicional de manifestarse cortando el tránsito de una calle o ruta. Sin embargo, para los extranjeros parece ser mucho más que eso. Recientemente, la petrolera de capitales chinos Sinopec Group anunció la suspensión de inversiones previstas para un yacimiento petrolero en la provincia de Santa Cruz. La información trascendió luego de que el presidente del conglomerado asiático, Chengyu Fu, quedara atrapado por un piquete realizado por los trabajadores del mismo emprendimiento en las nuevas oficinas que la empresa posee en el yacimiento El Huemul. Ejecutivos locales de la compañía informaron a medios nacionales que los directivos chinos, con sede en Pekín, observaron con malos ojos los constantes piquetes y reclamos de parte del gremio que en la provincia santacruceña conduce Claudio Vidal. La empresa ya había desembolsado 120 millones de dólares en contratar tecnología para robotizar el proceso de perforación con el que esperaba alcanzar un récord de 12 días por unidad. A pesar de esto, optó por congelar los siguientes 180 millones de dólares.

Los reclamos se basan en que dicha organización no firmó todavía un acuerdo laboral en materia petrolera como ya lo hicieron provincias vecinas, entre ellas Chubut y Neuquén. El conglomerado chino tenía planificado invertir 300 millones de dólares durante 2017 en el norte de Santa Cruz, pero alegó que el precio del crudo a nivel internacional, la caída del subsidio al barril local, la conflictividad con los gremios y los salarios exorbitantes de los operarios, cambiaron la decisión.

 “Teníamos originalmente un proyecto de inversión de 700 millones de dólares anuales, pero ha ido bajando y bajando, y no podrá cumplirse en un escenario inestable y de conflicto como es el que vivimos en Santa Cruz. Esta industria necesita estabilidad”, indicó recientemente a un medio nacional el gerente de Relaciones Institucionales de la compañía, José Esteves.