Recreación en maquetas 3 D de algunas de las escenas que se verán el sábado 29 en el Predio Costanera. Efectos especiales, pantallas móviles dónde se proyectarán imágenes, trucos con telas y aire, fuegos artificiales insonorizados serán parte del espectáculo.
 


Casi en sintonía con el enorme arco que muestra los engranajes internos de los relojes y que sirve de escenografía para el espectáculo final, la Fiesta Nacional del Sol 2020 ya comenzó su cuenta regresiva. Faltan apenas unos días para que "Evolución, lo que nos pasó nos hace más fuertes'' suba a escena y despliegue -en una hora exacta- ese viaje imaginario en el tiempo, marcado por una decena de momentos claves en la historia del universo. 


Si hubiese que encasillarlo, habría que decir que este espectáculo toma las riendas de una gran aventura, en la que por supuesto habrá guiños para echar a andar a la ilusión y dejarse llevar por la inocencia. Está contada, según adelantaron los guionistas Leandro Panetta y Pablo Pastor, desde los ojos de una nena que se sorprende a cada paso. Lo mismo, sueñan los responsables del guión, pretenden que pase con el público: que pueda asombrarse pero no sólo con la fantasía que se recrea artísticamente, sino con los hechos de la realidad del universo, del que San Juan, por supuesto no estuvo ajeno, sino que puso a su territorio y sus habitantes a disposición. Ejemplos sobran, desde el terremoto del "44, pasando por los restos fósiles del Triásico encontrados aquí, inclusive hasta el último eclipse total de sol que tuvo como epicentro al cielo sanjuanino en el 2019. Todo eso se contará el sábado próximo, en la gigante travesía por diferentes eras geológicas por las que viajará Tere y toda la tripulación de Copernicus, una extravagante nave que deambulará en un enorme escenario y en un lapso de millones y millones de años luz.


"San Juan es un lugar atravesado por estos temas universales. Aquí hay huellas vivas de la Evolución con lo que dejó el Triásico pero también con el mejor cielo para disfrutar de los fenómenos astronómicos. No es todo. Los sanjuaninos somos resilientes. Por eso pensamos que podíamos hacer -sin decirlo explícitamente- un permanente vínculo entre las consecuencias de los cataclismos y los terremotos, dejando sobrevolar el mensaje de que muchas veces en la historia del universo y la humanidad hubo que volver a empezar. Y hay, como si fuera poco muchísimo talento para llevarlo a cabo'', reconocen los responsables de la puesta en escena de una obra que desde sus orígenes, fue concebido como un espectáculo en vivo. Esto significa que toda la musicalización -original de principio a fin con melodías sinfónicas y cuyanas- será interpretada en el preciso momento, en el preciso lugar. Además habrá un gran despliegue de artistas que harán uso de utilería fantástica, trucos y efectos especiales (como fuego, humo, nieve, fogonazos de colores, aire que levantará telas para dar sensación de aparición de volcanes, etc), pantallas gigantes (aún más grandes que las vistas hasta ahora) dónde se proyectarán imágenes (lo más reales posibles especialmente de las bestias y especímenes y hasta de una pintura rupestre de Morrillos) y paisajes que harán las veces de escenografía y pantallas automatizadas (con tecnología de alta precisión que les permiten rotar y desplazarse) con proyecciones en movimiento que estarán a merced del relato, entre otros detalles. 


Además, la edición 2020 se ha propuesto dejar un mensaje educativo, constructivo, más allá de lo artístico. Por supuesto que no será una clase de ciencia. Pero si se escuchan con atención las letras de las canciones, el espectador encontrará datos precisos de los eventos paleontológicos y astronómicos fundantes del suelo y el cielo de San Juan.

> Viaje a los orígenes

Con una espectacular obertura sinfónica en el oscuro total del predio, comenzará a contarse esta historia. Los sones de los instrumentos y las voces magistrales dejarán lugar a señales claras, esas que cualquier sanjuanino reconoce a la perfección, que remiten a un sismo: perros que aúllan, bramidos, gritos, elementos que se rompen. Las noticias en voces de la época lo confirman: estamos en San Juan, es el 15 de enero de 1944, pasadas a las 20:50 y un terremoto de 9 grados en la escala Mercalli devasta la ciudad y es el evento natural más destructivo que se haya registrado en el país. Tere con su mamá esperan, en la estación de trenes, que su papá salga de trabajar. Sin embargo, la espera se frustra con semejante movimiento sísmico. La nena queda shockeada, como perdida. Entonces, sin entender mucho de lo que sucede, empieza a caminar y caminar sin rumbo, pretendiendo salvar a su monito de peluche, tan solo alejándolo de ese epicentro. Así, llegará al desierto, donde se queda dormida. Y mientras unos aguiluchos la amenazan, es encontrada por los personajes principales de esta aventura: el profesor Policarpius Sill; Apolonio, el dinosaurio y su inseparable Maese Elidoro del Pastizal Andino, una mulita que va a cuestas, además de Eusebia, una robot humanoide. Todos ellos son viajeros del tiempo. En realidad se autodenominan "cazadores de cataclismos'', que van de época en época, mejor dicho, de era geológica en era geológica, siguiendo cronológicamente el desarrollo de vida en el universo. 


"Ellos estudian los cambios que son motores de la evolución'', explican los guionistas acerca de esta aventura a la que Tere es invitada como parte de la tripulación. 


La primer parada del recorrido será el preciso instante del famoso Big Bang, donde literalmente no existe nada hasta que un punto explota y la materia comienza a tomar forma. Así nacerá el universo, según la teoría científica. En el escenario, de la oscuridad total, se pasarán a la sensación real de una explosión -en la que el público quedará envuelto- y aparecen nebulosas y nubes de gas que pronto darán lugar, tal como aseveran los científicos, a la Vía Láctea y con nuevos bailes, al Sistema Solar compuestos por los dioses del universo. Estarán el Sol, Venus, Neptuno y otros planetas con sus lunas girando a su alrededor.


Entre bailes, imágenes impresionantes, trucos y canciones cuya letra va relatando lo que sucede, este quinteto de viajeros tendrá que enfrentarse, paso a paso, a nuevos cataclismos: como el Pérmico (una de las partes de la Era Paleozoica que comenzó hace unos 300 millones de años, en la que se provocó la extinción del 93 por ciento de las especies marinas y terrestres existentes y se generaron importantes cambios climáticos) donde danzarán con los especímenes sobrevivientes, como trilobites, amonites y tiburones, bajo el mar brillante; luego la etapa del Vulcanismo (que significó la aparición de volcanes por todo el territorio, lo que será interpretado con volátiles efectos de aire y telas tanto en las pantallas móviles como en la actuación), y finalmente aterrizarán con la nave en una Sabana, más precisamente en Valle Fértil. Llegarán a Ischigualasto, en pleno Triásico, etapa clave en la aparición de los primeros mamíferos, los que evolucionaron de los reptiles mamiferoides. Justamente en ese punto del itinerario se le escuchará por primera vez la voz a Apolonio, feliz de estar en su tierra y en su período de apogeo, donde se encontrará con sus parientes: los dinosaurios "El loco Aballay'', "El Chuña Castro'' y "El Bullanga Contreras''. Celebrarán cantando una tonada con cogollo, bailando una cueca y disfrutando del mate con paleo-semitas. La fiesta termina cuando "Ingentia Prima'', aparece en escena y se ofende porque el profesor la trata de "vieja'', al hacer referencia que es el primer ejemplar femenino de dinosaurio saurópodo lesemsáurido que vivió a finales del período Triásico que, con sus dimensiones (se comprobó que medían entre 8 y 10 metros de longitud y pesaban cerca de 10 toneladas) permitió descubrir el fenómeno del gigantismo de los dinosaurios. Sus vértebras fueron las primeras halladas en la zona de Balde de Leyes, en Caucete.


Enojada Ingentia, solo atinará a perseguir a la tripulación, que finalmente logrará escapar en Copernicus. En el trayecto comprobarán lo que la ciencia de ese período llama "la deriva continental'', que es lo mismo que la separación los continentes. También verán el paso raudo del meteorito que al estallar contra la tierra y termina con la vida de los dinosaurios, pero no con los mamíferos que pronto se convertirán en mega bestias, y llegarán a la Era de Hielo, la Glaciar, en la prehistoria, donde todo se cubrió de nieve (fenómeno que caerá en las pantallas y también sobre el Predio Costanera). Justamente en ese tiempo y ese lugar, Tere y sus nuevos amigos bajarán hasta una cueva donde tendrán un encuentro con un clan, un grupo de hombres que antes de irse a cazar, serán bendecidos en un ritual. Allí conocerán a Knu, un pícaro niño que pretende ir con los mayores para recolectar su presa, cosa que es imposible por la crueldad climática y estatura. Pese a los consejos, logrará escapar y terminará perdido y exponiéndose a las garras de un megaterio (una especie de perezoso gigante, de 6 metros de alto, el mamífero terrestre mas grande que habito América). Tere será quien lo salve de esta bestia, aunque todos los habitantes de la primitiva población entiendan que lo ha querido dañar.


Entonces los tomarán a los viajeros como presas para sacrificarlos. Y, en el preciso momento en que una maza va a terminar con sus vidas, de repente un fenómeno se apoderará del cielo y obnubilará a los integrantes del clan. 


Si bien la mayoría interpretará ese anochecer repentino, pese a que aún es de día, como un mensaje de los dioses, mientras que el profesor trata de explicarles que es un eclipse total de sol -como el que ocurrió en San Juan el pasado 2 de julio de 2019-, saldrá a luz la verdad de boca del niño. Entonces, Tere será nombrada "la Heroína Espanta Megaterios y Fieras'' y por eso, recibirá mimos, collares y hasta una palabra de aliento, Tacteremta, que, según la traducción de Eusebia, en huarpe significa la confianza en lo que vendrá "porque lo que nos pasó nos hace más fuertes''. Ese mensaje le demostrará a Tere cuánto extraña a su familia y querrá volver a su tiempo, el 1944.


Pese a que estará llena de miedos, porque no sabe cómo estará la ciudad, si encontrará a sus padres; sus nuevos amigos, su mono de peluche y la palabra esperanzadora serán fundamentales para fortalecer ese encuentro, millones de años luz, más tarde y evolución de por medio, en una ciudad que se levanta con ayuda de todos.

¿Y el futuro?

Cuando el espectador piense que el espectáculo ha finalizado, quedará espacio para un epílogo, plagado de imágenes de la Tierra. Será la voz de Tere, en una especie de carta al futuro, quien transmita un nuevo mensaje, el que hable de la sustentabilidad del lugar que habitamos y lo que queremos para el mundo en que vivimos, de la importancia de cuidar al planeta pero también a los seres humanos que tenemos al lado. Paralelamente se desplegará un show tecnológico, al ritmo de música electrónica e iluminado con efectos de láser y fuegos artificiales insonorizados, un primer paso, para diferenciarse de las fiestas anteriores y que, en coincidencia con la propuesta, marcan que también en este aspecto se ha evolucionado.



Pruebas de fuego

  • Por primera vez en años de FNS, esta vez no habrá programa impreso del espectáculo final. Se publicará on line en la página oficial de la fiesta.
  • También el espectáculo final se animó a estrenar el rol de director invitado, que en este caso recayó en Leandro Panetta. Dada su trayectoria y su experiencia laboral, consideraron que era la persona indicada para hacer la dirección artística y escribir el guión junto a Pablo Pastor, productor general de la fiesta.
  • Por primera vez, el espectáculo tendrá música, coreutas y voces de actores en vivo. La Orquesta Sinfónica a pleno y los coros serán dirigidos por el maestro Alberto Velasco. Buena parte de las melodías serán sinfónicas aunque sonará también una cueca y una tonada. Habrá intervenciones musicales de Tito Oliva y Gabriel Dávila. 
  • La fiesta en números

En la edición 2020 del espectáculo final habrá un total de 550 personas en el escenario. De ellas 85 son músicos de la Orquesta Sinfónica dependiente de la UNSJ, 115 coreutas de la UNSJ, 100 niños (que tienen una participación especial) y el resto, son actores. A ellos se suma 4000 personas que trabajan en otras áreas claves para la fiesta (producción, utilería, traspuntes, etc) y servicios (transporte, viandas, etc).


 

> Tere y sus amigos

 

Tere : es recreada por Amaia Balmaceda Soler, quien a esta altura de su vida -tiene 11 años- tiene una gran experiencia sobre los escenarios, entre otros el de la Fiesta del Sol. De hecho ella misma dice que ha nacido para encarnar a grandes mujeres de la historia, pero de chiquitas (ha hecho de Deolinda Correa niña en Amor de Madre, y en otros ámbitos de Eva Perón pequeña y la pastorcita Lucía). Esta vez, será una nena de 10 años, curiosa por naturaleza, preguntona, aventurera, valiente y muy tierna especialmente con su monito de peluche Calisto, del que no se separa ni siquiera por los avatares que debe enfrentar tras el terremoto del '44.


Se llama Tere porque con el nombre se quiso homenajear a la doctora en Historia Teresa Michieli, (quien gran parte de su carrera la hizo en el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo Mariano Gambier) como una pionera en las ciencias en San Juan y a través de ella, a las mujeres que se animaron a ingresar a este enorme mundo por descubrir.


Dr Policarpius Sill : es un científico apasionado que se dedica a estudiar los mecanismos de la evolución de la vida en el universo a través del tiempo y el espacio. Para ello viaja persiguiendo los cambios de eras geológicas y los fenómenos que se generan a través de los cataclismos. Lo hace en su propia nave -Copérnicus- y acompañado de su propia tripulación. Es el que lleva la palabra cantante, aportando datos verídicos científicamente comprobados. El actor Marcelo Berdeguer le pone alma, corazón y todo su cuerpo a este "sabelotodo''. Este personaje es un humilde recordatorio y agradecimiento a Williams Sill. De hecho toma prestado el apellido del geólogo, biólogo y paleontólogo norteamericano, sanjuanino por adopción, que se entregó por completo al desarrollo del Valle de la Luna, lugar con el que colaboró para la creación del Parque Provincial Ischigualasto, para su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y donde él pidió se enterrasen sus cenizas para descansar eternamente rodeado de fósiles.
 


Eusebia 23C : Maxi Méndez alcanzó su primer protagónico de la Fiesta del Sol con este robot humanoide o Androide serie 23. Es la copiloto de la nave y remite al futuro. Se caracteriza por tener, en algunos momentos de la historia, una personalidad muy dura y estricta, metódica y estructurada, aunque Tere, le saca los mejores sentimientos y se vuelve un ser maternal, protector y tierno.

La actriz Silvina Montenegro le pone voz a este personaje.
 


Maese Elidoro del Pastizal Andino y Apolonio : son dos papeles compartidos por un mismo actor, Nacho Caro.
Este dúctil artista de 23 años utiliza su torso para dar vida a Maese, un tatú carreta del Período Cenozoico, una especie de mulita gigantesca, que el científico rescató cerca de la Cordillera de los Andes. Como es fanático de las historias medievales, se comporta, habla y se dirige a sus compañeros como un verdadero caballero de época. Mientras que las piernas de Nacho y una pinza sirven para corporizar a Apolonio, un dinosaurio típico de estas tierras, el Herrerasauro, una especie de lagarto o de reptil bípedo de tamaño mediano, carnívoro, de Ischigualasto, que vivió a principios del período Triásico Superior, hace aproximadamente 231,4 millones de años, en lo que es hoy el Valle de la Luna. Aquí encontraron, en 1959, un esqueleto completo con la cabeza de este espécimen, uno de los más primitivos de las que se tenga registros.
Gastón Mori presta su voz al dinosaurio que es fanático de las paleo-semitas y el mate.
¿Por qué van juntos estos dos personajes? Porque se adoptaron mutuamente y se hicieron inseparables.

 



 

 

> Un gigante de los escenarios 

"Evolución'' tiene mucho que ver con Leandro Panetta. Por muchas razones que van más allá de que este director teatral, experto en dibujos animados y productor de mega espectáculos en el país y el mundo, tiene cara típica de científico, con pelos locos y lentes sobre la nariz con los que observa todo. Y con que la mayoría de sus amigos, son justamente científicos, a los que admira. 


Este espectáculo tiene que ver con Panetta porque es un especialista en convertir temas de las aristas más duras de la ciencia en una obra de arte que llegue al corazón de la familia, especialmente de los más chicos, su público predilecto. Leandro, reconoce, que esa tarea, es la más divertida del mundo, tan divertida como resulta mirarlo cuando habla y gestualiza a lo grande o cambia voces.


Aunque es oriundo de Lomas de Zamora, conoce desde hace años cada rinconcito de San Juan, desde Vallecito a Ischigualasto. Aunque nobleza obliga decir que su primer contacto con la provincia fue de muy pequeño y lo que más lo impacto fue una cena en un mega palacio. Con los años y volviendo por cuestiones de trabajo, descubrió que esa edificación monumental era el Sirio Libanés que por suerte, ningún terremoto había logrado destruir.


Hace un tiempo ya que se ha hecho asiduo consultor de proyecto sanjuaninos. Sus primeras convocatorias tenían que ver con diseñar creativamente hablando estructuras museológicas para el parque del Valle de la Luna y la cava de Zonda. Y aunque sus propuestas aún no prosperaron por razones presupuestarias, él no pierde las esperanzas de verlas en pie. Tampoco deja de volver cada vez que lo necesitan. De hecho en las últimas ediciones ha colaborado con algunos escritos para los guiones de los espectáculos finales y ha hecho couching para aspectos del Carrusel. También en el 2019 diseñó el carro oficial.


Panetta entró a este mundo de fantasía por la puerta grande. Fanático de los dibujitos animados, con tan solo 16 años se ganó un puesto de trabajo como la compañía Hanna-Barbera (productora de series memorables como Los Picapiedras, Los Supersónicos, El Oso Yogui, Scooby-Doo, entre otros). Pero no era lo suyo y renunció para dedicarse a dar vida a personajes animatrónicos y muñecos para publicidades. En ese entonces trabajó con Xuxa, creó Los Muvis para canal 13. También hizo los muñecos del Parque de La Costa y su primer espectáculo teatral, al que le siguieron las versiones teatrales de productos internacionales como Puka, El hombre araña, Hi 5, Lasy Town que hicieron giras en el país y el mundo.


De a poco comenzaron propuestas de museos para hacer salas especiales. Entonces hizo películas de Galileo Galilei y un museo de la evolución para el Planetario, una obra de teatro sobre el Beagle, el musical de Zamba para la cadena de televisión infantil Pakapaka, el musical sobre Darwin, trabajos para Tecnópolis, entre muchos otros que tiene en su haber.


Con semejante bagaje, era el ideal para escribir y dirigir artísticamente esta edición de la Fiesta Nacional del Sol.

Fotos: colaboración Paula Peralta, Rogelio Laplagne y Lucas García del equipo de Comunicación del Ministerio de Turismo y Cultura
Maquetas 3 D: colaboración equipo de Producción Fiesta Nacional del Sol
Agradecimientos: Pablo Pastor, Cinthia Luna, Jennifer Piñero, Florencia Poblete, Emanuel López, Federico Peralta, Juan Pedroza, Carla Piacentini, Gabriela Abelín, Guillermo Gempel.