En situaciones atípicas o extremas que estamos experimentando todos ante la pandemia del coronavirus, es necesario aprender a saber cómo actuar ante la incertidumbre para no dejarse llevar por noticias falsas o el pánico. Las emociones negativas como el estrés, la fatiga, y el pánico pueden ser tan contagiosas como el nuevo coronavirus. Los profesionales describen esta etapa como de "supervivencia" y puede ser peligrosa porque no ayuda a resolver problemas complejos ya que lleva al ser humano a ser reactivo, más que deliberador. Por ello el Lic. Castro nos brinda su ayuda profesional para entender y saber actuar frente a casos como este.


¿El encierro lleva a depresión?


En realidad, está situación de aislamiento obligatorio, puede exponer a las personas más vulnerables psicológicamente al desarrollo de síntomas o patologías que pongan de manifiesto esta fragilidad. Pueden ser síntomas depresivos, descompensación del estado de ánimo, crisis de angustia, pánico, trastornos obsesivos compulsivos, etc. Quizás luego de este proceso debamos asistir también Trastornos por estrés post traumáticos. Pero es importante que veamos el proceso, no como generador del problema, sino, cómo el espacio que pone en evidencia la fortaleza y sanidad psicológica de las personas. Este proceso no nos detona, sino que nos delata en nuestra capacidad de resolución de conflictos. Cuando existe un conflicto, ese es el espacio donde se pone de manifiesto la conducta resolutiva, y si ésta es más o menos adaptada de acuerdo a las posibilidades psicológicas del sujeto. A veces un síntoma patológico es un modo de defenderse y un intento de resolución.



¿Quiénes son más vulnerables?


Los que están en estado de mayor vulnerabilidad son nuestros adultos mayores y los niños obviamente. Los primeros porque con los años es más difícil la adaptación a situaciones inesperadas. Además, porque corren un gran riesgo frente al contagio y no deben romper el aislamiento por lo que dependen de alguien para que los cuiden y les provean lo necesario. Alimentos, medicación, insumos, etc. Los más pequeños, porque por su edad no pueden entender la gravedad de la situación y los recaudos que deben tomar. En ese sentido es esencial organizarse bien para tener control sobre la situación. 


*A los adultos mayores se los debe llamar como mínimo tres veces por día. Verificar que tomen su medicación y se alimenten correctamente y todas las necesidades que les surjan. También, que permanezcan activos dentro de lo posible. El sostén afectivo es fundamental. Que ellos sientan que pueden contar con alguien. Que pueden acudir a alguien cuando necesitan. Que no están solos en esto.


* En cuanto a los niños. Es necesario darles pautas claras. Explicarles con lenguaje llano y adaptado a su edad, qué está sucediendo y qué cosas se harán para mantenerlos cuidados. Se debe generarles una rutina alimentaria, de sueño y de juego (en la casa), de aseo, lavado de manos, y no exponerlos a visitas de adultos mayores. Eso se hace bastante difícil a veces, pero es necesario. Los niños deben aprender a aburrirse a veces y a tolerar la frustración de no poder salir o hacer ciertas actividades. Porque en este momento, eso los pone a salvo. Sin embargo, no siempre lo podrán entender. Es suficiente con que lo sepan y entiendan los adultos.


*También son vulnerables las personas que viven solas. Con las que se debe mantener contacto telefónico asiduo o videollamada. Brindarles apoyo afectivo. Las personas deben tratar de sostener la rutina. No quedarse en la cama o con ropa de cama como si estuvieran enfermos. Deben vestirse, cambiarse, ventilar los ambientes y buscar tareas y alguna rutina de actividad física (qué se pueda hacer dentro de la casa).



¿Cómo debe organizarse la familia?


Los seres humanos somos personas que buscamos previsibilidad. Tratamos de repetir el patrón que nos da resultados. La pandemia la ha alterado seriamente. Por eso es necesario generar rutinas. No quedarse en la cama fuera del horario de descanso. Asearse. Cumplir con los horarios de comidas. Generar espacios para compartir, jugar, ver TV, hacer trabajos manuales, etc. Es necesario ver cosas alternativas a la información sobre el virus. Series, novelas, etc. Sólo un integrante de la familia debe salir a hacer compras. La menor cantidad de veces posible. Sí se vive en edificios o consorcios, evitar juntarse en espacios comunes. Mantener a los niños aislados de los ancianos. De ser posible, hacer videollamadas ente los abuelos y los nietos, hijos, etc. En lo posible suspender los regímenes de visita. Es preferible que los niños no se estén movilizando de una casa a la otra. Que permanezcan en la cuarentena en un solo lugar.



Aquellas personas que temen perder su trabajo o comerciantes y empresarios que están en esta situación económica tan difícil, ¿Pueden tener ansiedad, depresión o alguna otra patología?


El miedo a la pérdida de empleo, la incertidumbre frente a la economía, etc., son síntomas comunes que aparecen frente a esta pandemia. Todas las personas están expuestas a tener algún síntoma o patología por esta situación. Esto es completamente diferente a todo lo que hemos vivido hasta ahora. La sociedad deberá aprender y adaptarse a esa situación nueva y esta adaptación tendrá un costo, que cada uno pagará de acuerdo a sus posibilidades psicológicas. No podemos olvidarnos que estamos frente a un enemigo que no podemos ver. El virus, es invisible al ojo humano. Esto lo convierte en algo aún más persecutorio y terrible. Y, a nosotros nos pone en un lugar de vulnerabilidad porque no podemos ver dónde está, por dónde viene. El enemigo que no se puede ver se percibe más peligroso, porque da lugar a mayor cantidad de fantasías sobre lo que es. Ese sentimiento persecutorio se puede manifestar de varias formas. Miedo o pánico a la enfermedad o desplazándolo inconscientemente en miedo a las medidas económicas, destrucción de los vínculos, desesperanza por el futuro, etc.


¿Qué debemos tener en cuenta en el núcleo familiar cuando alguno de los miembros tiene un llamado de atención?


Bueno, deberíamos definir qué es un llamado de atención desde lo psicológico. Sería toda conducta de ansiedad, miedo, pánico que desborde de lo habitual. Trastorno de sueño. Sensación de volverse loco, ideas de ruina, ideación suicida, etc. En los niños puede manifestarse miedo desmedido, trastornos de sueño, cambios en el apetito, apatía, y que no quieran jugar. En este caso debe hacerse una consulta. Por esto, el Ministerio de Salud Pública ha arbitrado los medios a través del Programa Provincial de Salud Mental en Emergencias y Desastres del Ministerio de Salud Pública de San Juan, en conjunto con referente de las Divisiones de Psicología, Salud Mental y Trabajo Social, dando pautas claras de acción a los profesionales de salud mental. También el Colegio de Psicólogos de San Juan, ha habilitado a sus profesionales para que puedan prestar sus servicios a través de videollamada en los casos que corresponda, debiendo estar garantizadas las condiciones y medidas de prevención de acuerdo al protocolo oficial publicado en la página de salud de la provincia, actualizado diariamente. (https://www.salud.sanjuan .gob.ar/).


En tal sentido frente a estas situaciones se puede llamar al 911, Hospital Rawson, Hospital Marcial Quiroga, Hospital Julieta Lanteri (Ex Hospital Mental de Zonda) y aquellos que están en tratamiento psicológico particular, no deben dudar el llamar a sus terapeutas, que están obligados a brindarles ayuda.



Aquellas personas que padecen problemas psicológicos, ¿pueden ser atendidos mediante una plataforma virtual? 
Es necesario evaluar el caso. Hay casos en los que sí es posible, por la condición del paciente, y otras veces, en las que no. En los casos en los que no, los profesionales de la salud, tomarán las medidas de seguridad necesarias para la atención personal. En general, los pacientes que llevan adelante una psicoterapia desde hace tiempo y tienen un vínculo bien consolidado con el terapeuta, solicitan y aceptan la atención a través de medios virtuales. Esto es bastante positivo, porque permite al profesional seguir acompañando al paciente en estos momentos difíciles. Implica además un encuadre particular de trabajo que ha sido pautado por el Colegio de Psicólogos de San Juan y comunicado a sus profesionales habilitados.


 ¿Podés dar algunas pautas básicas para afrontar los momentos de aislamiento?


- Informarse en sitios oficiales de Salud pública o gubernamentales sobre el estado de la pandemia y los protocolos de funcionamiento. Y, en horarios específicos, no al despertar o antes de dormir.


- Evitar replicar mensajes que no puedan ser corroborados desde lo científico u oficial.


- Evitar la sobreinformación.


- Tratar de aceptar sus estados de ánimo, que por más sano que uno sea mentalmente, se verán afectados por esta situación de gran incertidumbre.


- Tratar de tomarse tiempo para ver programas que no hablen de la pandemia, escuchar música o hacer actividades manuales.


- Hacer una rutina diaria.


- No quedarse en cama fuera del horario de descanso.


- Hacer actividad física dentro de la casa


- Comunicarse con los seres queridos.


- Sí es necesario hacer compras, salir una sola vez por día.


- Asumir conductas de auto cuidado como lavado de manos seguido y desinfección de zonas de acción.


Para los demás:


Si alguien manifiesta miedo: antes que nada, escuchar y preguntar: "Qué es lo que te da miedo?' Ayudar al otro a pensar en voz alta... dándole información, ayudarle a registrar qué hace para evitar el contagio y que piense qué otra cosa puede hacer. Ayudarle a ver qué cosas podría hacer para sentirse más seguro.


Es necesario evitar las típicas frases como: "no tenés que tener miedo', "no es para tanto', no se puede discutir un sentimiento o sensación. Estos son subjetivos, y no se pueden desconectar como quien apaga una luz. Hay que respetarlos. Permitir que la persona los ponga en palabras y los explicite. Lo que para alguien es doloroso o terrible, para otro puede que no lo sea.


Evitar el: "Tenés que ser fuerte', nadie debe ser fuerte obligatoriamente, las personas pueden sentirse cansadas o agobiadas por la situación, hay que dejarlas que lo digan, se quejen o enojen y poder sostenerlos en esa situación hasta que se sientan mejor, haciéndoles saber que los acompañamos.


Tampoco funciona el: "Distráete y pensá en otra cosa', las personas con pensamientos repetitivos, ideas fijas u obsesivas , no pueden quitar la idea que los asedia. Asi que, es necesario permitirles que hablen de lo que piensan cada vez que la idea aparece.


Sí alguien quiere llorar, no detenga el llanto: No diga cosas como "No llores que te va a hacer mal' o "No llores que te vas a deprimir'. El llanto, es un buen medio de descarga. Siéntese junto a la persona y acompáñela en su llanto. En silencio. Si es necesario y el otro lo permite, apoye su mano en la espalda. Y, hágale saber que estará ahí hasta que se alivie. Tolerar y aceptar las variaciones de ánimo de los demás. Todos estamos viviendo una situación de ruptura y cambios. Eso puede provocar cierta desestabilización emocional. Si la persona se desborda, no dude en pedir ayuda a los profesionales de salud mental.


¿Cuáles son los recursos importantes a tener en cuenta en este tipo de situación?


En primer lugar, es muy importante que podamos entender y reflexionar en estos días que tenemos tiempo, que el modo en que una persona enfrenta esto, es el modo en que enfrenta los conflictos de su vida personal y su historia. El control, la negación, el miedo, la angustia, son las conductas que nos delatan. La pandemia no nos ha hecho actuar así. La pandemia a mostrado cómo actuamos.


Si alguien trata de evadir o transgredir el aislamiento obligatorio, simplemente porque está aburrido o porque se siente solo o no aguanta estar sin hacer nada, habla posiblemente de infantilismo, precariedad mental, porque está supeditando la supervivencia propia y de los otros a su frustración personal.


El miedo a veces vuelve egoísta, individualista, alejándolo del altruismo necesario en estos casos. Cuando yo me aislo, me resguardo y también estoy resguardando la salud de los otros. Si yo me aislo y cumplo las pautas, también estoy evitando que colapsen los hospitales donde pueden ser cuidados el día de mañana mis propios seres queridos.


También es necesario la reflexión como sociedad. En los últimos años, en los que se puso en tela de juicio la validez de la justicia y de las fuerzas del orden, en un país donde se pueden cometer delitos y no sufrir consecuencias. La impunidad marca el perfil social. Entonces es muy difícil que las personas hoy respeten la imposición de una ley. Que puedan pensar en un bien común. Si la ley y sus representantes han sido vapuleados, cómo esperamos que hoy puedan generar respeto. Entonces, es cada uno el que debe devolverle el respeto.


Y en un tercer momento reflexionaría sobre las imágenes. Como dije antes, el coronavirus en un enemigo que no se ve. No podemos verlo sobre un teclado, una mesa o un picaporte.


Sin embargo, hay otra imágenes contundentes que nos hablan de él, es la gente sufriendo en los hospitales, sola, sin poder ser acompañada por sus seres queridos. La muerte en soledad. Los cientos de féretros transportados en Italia. Sin posibilidad de ser despedidos por sus familiares. Esas son imágenes que los argentinos todavía no registramos. Quizás por eso, no "vemos' al enemigo.


Por eso, el recurso más importante que podemos tener es la reflexión y toma de consciencia, la prevención que hoy es sinónimo de aislamiento y cumplimiento de las pautas y protocolos.



 Lic. Héctor Daniel Castro - M.P. 613