Si bien no es natación propiamente dicha, es una actividad de estimulación física y sintonización afectiva en el agua, ideal para que bebés realicen con sus mamás u otro adulto de confianza. La especialista Celina Correa da cuenta de los múltiples beneficios.
El vínculo de madre e hijo supone una conexión única e indestructible, un afecto imposible de cuantificar y una entrega sin límites. Sin embargo, hay de personas que superan esos parámetros, tan humanos, tan necesarios porque las circunstancias así lo han requerido. Las vidas de Estrella y Gabriela, y de Alejandrina y Martina son un claro ejemplo de un amor sin igual.