Si después de notificados los ganaderos del vecino país no retiran los animales, hasta se los pueden decomisar.
Por la decisión se estima que la Provincia dejará de percibir unos 13,6 millones de pesos al no cobrar el canon.
La decisión fue el resultado de la resolución de la Dirección Nacional de Migraciones por razones sanitarias.
La hacienda chilena podrá pastar en los valles calingastinos a partir del 1 de enero.