En una reunión de comisión, el canciller Solá declaró que la única vía es la negociación.
La cancillería de Quito llamó a consultas a su embajador en Buenos Aires. “Yo no soy Lenín Moreno”, había dicho el mandatario argentino para rechazar un distanciamiento con Cristina Kirchner.
Lo oficializó el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, al designar a Elisa Trotta como embajadora con plena representación.