La sometió en la casa de su cuñada. Y otra vez en un descampado, luego de atarla. Un ADN, la prueba clave.
Había hecho creer a los chicos que estaba bien lo que les hacía mientras les leía la Biblia. Les dio su apellido, pero la asesora de Menores dijo que iniciará el trámite para cambiárselos.
La aplicación, cada vez más utilizada en entornos de teletrabajo y para comunicarse con amigos y familiares durante la pandemia del coronavirus.