Afirman que pese al calor y la escasez de agua no caerá la generación eléctrica.
Según los cálculos previstos el próximo 26 de diciembre Los Caracoles dejará de turbinar por la falta de agua.
Lo que derramará el río San Juan se prevé que no será suficiente para cubir la demanda, por lo que deberán echar mano al agua de las presas.
Las lluvias caídas en la temporada contribuyeron a que no se sienta tanto la merma en los caudales que trae el río.
Los legisladores, integrantes de la comisión auditora, estiman que hubo un perjuicio de 44 millones de dólares.
Es por la falta de agua. En EPSE creen que en febrero recién podrán inyectar más electricidad.