Fuente: Dr. Infectólogo Infantil Pablo Romano - Mat 3226
Mat. Infectólogo Infantil 1
Médico de Sanatorio Argentino


¿Cómo prevenir las principales afecciones que aparecen con las altas temperaturas de los chicos? El especialista en infectología Dr. Pablo Romano recomienda tener en cuenta los síntomas de algunas afecciones tales como: 


otitis, hongos, piojos y gastroenteritis, comunes de la época estival y a las que los chicos se exponen en las colonias de vacaciones o piscinas. Si bien estas patologías no son graves, pueden dejarlos afuera de la diversión, por lo que el doctor especialista da sus recomendaciones de prevención y tratamientos que los padres deben tener presente y tener especial cuidado con los niños en sus lugares de diversión. 


Otitis

La otitis externa aguda, cuadro característico de estas fechas, representa un gran porcentaje de las consultas de guardia en la época de verano. Conocida como "otitis del nadador', se define como una inflamación de la piel del conducto auditivo externo, producida por bacterias. Los síntomas más comunes de la infección son zumbido agudo en el oído, irritación, dolor intenso, supuración, sensación de taponamiento e incluso, en algunas ocasiones, puede ir acompañada de fiebre y malestar general. La otitis es la infección más común durante el verano por el frecuente contacto con el agua y porque los productos que se usan para el mantenimiento de las piletas son irritantes para la piel. El especialista recomienda, evitar la acumulación de agua y humedad en los oídos, colocar algodón apenas embebido en vaselina en el pabellón de la oreja y, como medida de prevención, preparar en un gotero alcohol y vinagre de alcohol en partes iguales y aplicar dos gotas en cada oído al finalizar el día de natación. No es conveniente la autohigiene del oído, ya que el cerumen contiene ácidos grasos que protegen naturalmente la piel de la infección bacteriana. 


Hongos


Los hongos en la piel, suelen aparecer con el calor y la humedad, y la exposición al sol los hace más evidentes. Los tratamientos pueden ser locales, con cremas o por vía oral, pero también es importante mantener la zona bien seca. Las zonas que mantienen más calor y humedad son los pliegues, y es allí donde se observan estas candidiasis superficiales: en ingles, pliegues abdominales o entre los dedos. Además del tratamiento antifúngico es muy importante mantener la zona seca. El "pie de atleta', una de las lesiones más comunes, puede ser producido por diferentes hongos o bacterias, y se puede prevenir realizando el tratamiento adecuado y manteniendo los espacios interdigitales secos. Siempre es recomendable visitar al especialista en piel. 


Pediculosis

Otra preocupación para los adultos que llevan a los chicos a las colonias de vacaciones son los piojos, cuya forma de contagio más frecuente es la directa, de cabeza a cabeza, pero existe también el contagio indirecto, a través del intercambio de objetos personales. Para prevenirlos, se recomienda que los chicos mantengan el cabello recogido, aunque no es necesario cortarlo, también revisar las cabezas de todos los miembros de la familia y, si hace falta, tratar a aquellos que tengan liendres o piojos. Los pediculicidas no tienen poder residual, por lo que no ofrecen protección contra la reinfección. Los piojos tardan siete días en desarrollarse desde que son depositados los huevos hasta que aparece el parásito adulto, por ello debe repetirse un nuevo ciclo de tratamiento con una semana de intervalo, aconseja el Dr. Romano. Además, los peines, cepillos, vinchas, hebillas y otros accesorios para el pelo deben ser personales y hay que desinfectarlos sumergiéndolos en agua caliente (más de 50 grados), mientras que las prendas de vestir, sombreros, toallas, almohadas y juguetes de peluche deben lavarse separadamente y exponerse al calor del secado por al menos 20 minutos.

Gastroenteritis


Los responsables de las gastroenteritis agudas pueden ser virus o bacterias, estos que provocan una inflamación de la mucosa del intestino. Este problema gastrointestinal se transmite a través de alimentos o bebidas normalmente agua que estén contaminadas, o bien por el contacto con personas que ya estén infectadas. Es frecuente que las intoxicaciones alimentarias se den en la época estival debido a las altas temperaturas y la humedad, estos factores son el caldo de cultivo perfecto para que los gérmenes y la producción de toxinas en los alimentos contaminados crezcan de forma rápida. La mayoría producen un cuadro de gastroenteritis de corta duración que se suele pasar sin necesidad de tratamiento médico, en general con dieta astringente y una buena hidratación es suficiente, a veces cuando las deposiciones son abundantes lo ideal es la reposición líquida con sales de rehidratación oral, en caso de vómitos, estos deben ser controlados con drogas antieméticas ya que la deshidratación es la principal causa de complicación de estos cuadros, aclara Romano. En los niños pequeños, ancianos o las personas con enfermedades graves, estos cuadros podrían necesitar un tratamiento específico. Los principales síntomas son dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, fiebre y escalofríos.


Quemaduras por exposición solar


Las lesiones por exposición solar excesiva y sin protección son muy frecuentes en esta época. Los niños en particular son más vulnerables a los riesgos ambientales. El principal factor a tener en cuenta para evitar este tipo de lesiones es que los RUV (Rayos ultra violetas) son más fuertes entre las 10 y 16 hs por lo que es recomendable no exponer a los niños en esta franja horaria. Los niños menores de 6 meses no pueden estar expuestos al sol, siempre deben permanecer a la sombra ya que podrían padecer lesiones graves. Existen en el mercado actual, protectores solares con factor 50 o más de protección aptos para niños mayores de 6 meses, pero lo ideal es que los niños menores de tres años no tengan exposiciones prolongadas al sol. Es muy importante saber que la colocación de los protectores deben repetirse cada 2 horas o después del baño, jugar o hacer ejercicio. Se recomienda además, usar gorros, sombreros o ropa que proteja la radiación con RUV.