El maquillaje monocromático es a prueba de principiantes y se necesitan pocos productos para lograrlo. Es un estilo en el que predomina un mismo tono en diferentes partes del rostro. Es decir, elegir un mismo color y aplicarlo tanto en los párpados, las mejillas, y los labios. No tiene que ser un tono exacto, puede ser una gama de un color. Por ejemplo, el color rosa, aplicado en diferente intensidad. También se pueden combinar texturas de productos que mantengan esa misma monocromía, puedes aplicar una textura de sombras en polvo en los ojos, pero en los labios puedes elegir un efecto brillante con un gloss.

Este estilo permite utilizar un solo producto para diferentes usos, por ejemplo, con un solo colorete puedo maquillar tanto los párpados para hacer un ahumado de ojos, como las mejillas para aportar color y bronceado, y, por último, incluso puedo aplicar ese mismo colorete sobre los labios, si se trata de uno en textura cremosa. 

¿Cómo hacerte un maquillaje monocromático?

Comienza por elegir el tono que quieras destacar en tu maquillaje. Pueden ser tonos naranjas, rosas, melocotones y los marrones. Prepara tu piel con los pasos habituales que haces antes del maquillaje, una buena rutina de skincare y también, utilizar un primer o pre-base, para que el maquillaje luzca fresco y dure más tiempo.

Puedes aplicar base de maquillaje, o si prefieres un estilo más simple y menos cargado, puedes usar una bb cream, o incluso solo tu protector solar con un poco de color, será suficiente para igualar el tono de la piel. Esta tendencia de maquillaje busca que la piel se vea natural. Una vez tengas tu rostro preparado, con las imperfecciones que quieras cubrir neutralizadas.

Es momento de comenzar a aplicar el color que has elegido en los diferentes puntos del rostro. Una buena opción es usar un colorete sea compacto o en crema, de color naranja o rosa. Estos colores son muy versátiles y se ven preciosos combinados en varias partes del rostro.

Prepara tus párpados con corrector, para que el colorete se difumine mejor, como si fuera una sombra. Aplica el colorete en sobre la cuenca y el párpado móvil y crea un efecto ahumado. Puedes hacerlo con tus dedos o con una brocha para sombras.

Cuando tus ojos tengan la intensidad del color que deseas, puedes pasar a aplicar el colorete en su punto convencional que son las mejillas. Aplícalo en las manzanitas de la mejilla para conseguir un efecto más juvenil, o si prefieres una técnica lifting, puedes aplicar el colorete desde el centro de la mejilla hacia la sien, para buscar que el rostro se vea más estilizado y levantado.

Para finalizar el maquillaje monocromático, aplica un poco del colorete sobre tus labios y, por encima, pon una capa de gloss o brillo líquido, para que el color del pigmento del colorete se integre mejor a los labios. También puedes utilizar un gloss o barra de labios, que sea del mismo tono que llevas en el resto de tu rostro. 

Fuente: Marie Claire