Si hay un aspecto, de tantísimos que dejó al descubierto la pandemia del coronavirus, es la importancia de fortalecer el sistema inmunológico que está formado por órganos, células, tejidos y proteínas- y subir las defensas naturales del organismo, no sólo para prevenir el desarrollo de enfermedades generadas por virus, hongos o bacterias sino además para ayudar al cuerpo a reaccionar ante aquellas que ya se han manifestado. Hábitos cotidianos como aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas y minerales, disminuir el consumo de azúcares y de productos alimenticios industrializados caracterizados por alto contenido de colorantes y conservantes son algunas de las acciones fundamentales para lograrlo, además de evitar el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas en exceso, hacer actividad física con regularidad y dormir de 7 a 8 horas por la noche como complementos claves.


Según explica la licenciada en Nutrición Florencia Peláez, profesional especializada en Nutrición Deportiva, en Nutrición Infantil y en el Embarazo, y en Atropometría ISAK I (sistema de mediciones corporales estandarizadas), hay un listado de alimentos que no pueden faltar para el funcionamiento del sistema inmune: los alimentos ricos en omega-3, selenio, zinc, probióticos, vitaminas A, C y E son los indicados porque favorecen la producción de las células de defensa del organismo de forma más eficiente. Entre otros enumera: frutas secas (como almendras, maníes, nueces) que aportan omega 3, proteínas, zinc y calcio y frutas desecadas (orejones, pasas de uva, dátiles) que le brindan al organismo vitamina B, potasio, hierro y zinc, entre otros; legumbres (como lentejas, porotos, garbanzos) que son ricos en proteínas, vitaminas del complejo B, hierro, calcio, zinc y cobre. Son fundamentales los vegetales y frutos rojos-anaranjados como morrón, tomate, kiwi, cítricos porque contienen Vitamina C y vegetales verde oscuro como espinaca, kale, brócoli por las cantidades de potasio, calcio, vitamina C y K.
También aceite de oliva, canola o girasol ya que tan sólo una cucharadita aporta cantidades adecuadas de vitamina E, un potente nutriente antioxidante y semillas de lino, chía, zapallo, girasol y sésamo que al ser activadas hacen que se consuman ácidos grasos, omega 3, calcio, hierro y principalmente. La levadura nutricional que aporta proteínas, zinc, vitaminas del complejo B y hierro y los granos y cereales integrales como arroz integral, avena, quínoa; ya que tienen mayor cantidad de vitaminas, proteína y fibras que los cereales blancos. En la dieta debe haber pescados altos en grasas omega 3 (como atún, caballa, salmón y sardinas) porque estimulan el sistema inmune; antioxidantes naturales como jengibre, canela, cúrcuma, matcha y el chocolate amargo con 50% cacao, además de yogur con probiótico, que son bacterias "buenas'.


Un elemento fundamental es el agua e infusiones calientes sin azúcar; ya que al hidratar, mejoran las funciones orgánicas del cuerpo.


"El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones. Por medio de una serie de pasos, el cuerpo combate y destruye organismos infecciosos invasores antes de que causen daño. Cuando su sistema inmunológico está funcionando adecuadamente, protege de infecciones que le causan enfermedad. Hay que tener en cuenta que quien necesita fortalecer su sistema inmune debe consumir una mayor cantidad de estos alimentos a diario y regularmente, no sólo cuando ya está enfermo', asegura la profesional quien sostiene que para aumentar las defensas rápidamente se debe alimentar bien, moverse, dormir adecuadamente y evitar el estrés, evitar el cigarrillo o estar expuesto al humo del mismo, exponerse al sol a diario al menos 15 minutos para aumentar la producción de vitamina D en el organismo.

Peláez recomienda que en el caso de bebés, la mejor forma de fortalecer el sistema inmune es por medio de la lactancia materna a libre demanda, "ya que contiene todos los nutrientes necesarios que permiten desarrollar su sistema inmune adecuadamente. Mientras que en el caso de los bebés que toman fórmula láctea, estas suelen estar suplementadas con las vitaminas y minerales necesarios para el desarrollo adecuado del sistema inmune, por lo que el organismo del bebé encontrará todo lo que necesita para producir más células de defensa que sean capaces de luchar y vencer agentes patógenos como virus y bacterias', indicó. 


Tres recetas potentes

 

Según indica la profesional, consumir jugos de frutas naturales, tés y batidos preparados con frutas y vegetales, también es una excelente forma de aumentar las defensas del organismo naturalmente. Por eso propone estas recetas sencillas de preparar.


Jugo de remolacha con zanahoria


Ingredientes: 2 rebanadas de remolacha cruda; 1/2 zanahoria cruda; 1 naranja; 1 cucharadita de jengibre en polvo; 1/2 vaso de agua.
Licuar todos los ingredientes y tomar inmediatamente, preferiblemente sin adicionarle azúcar y sin colarlo.


Batido de banana con nueces

Ingredientes: 1 banana congelada; 1 cucharadita de cacao en polvo; 1 yogur natural sin azúcar; 1 puñado de nueces; 1/2 cucharadita de miel. 


Licuar todos los ingredientes e ingerir de inmediato. 


Jugo de naranja con zanahoria


Ingredientes: 2 naranjas medianas; 2 zanahorias pequeñas; 1 cucharada de semillas de chía; 3 vasos de agua; miel al gusto.


Lavar bien las naranjas y las zanahorias, pelarlas y cortarlas en rodajas. Colocar los ingredientes en una procesadora o licuadora (no es necesario colarlo). Si se desea para endulzar se puede colocar un poco de miel.
Esta receta de jugo es rica en vitamina C, betacarotenos, que son nutrientes importantes para aumentar las defensas del organismo. 


Para saber más

La licenciada en Nutrición Florencia Peláez cumple funciones en el Servicio de Nutrición en el Hospital Marcial Quiroga y además en su consultorio particular. Para contactarla: 2644862817.