Cuando los niños no quieren comer o se muestran inapetentes continuamente, los padres se preocupan e intentan hacer todo lo posible para invertir la situación. Ahora bien, a veces se equivocan en la forma, debido a la desesperación que experimentan. Es entonces cuando utilizan frases que, en lugar de ayudar a acercar a los niños a la comida, lo único que hacen es empeorar la situación.

Se debe tener en cuenta que hay que evitar utilizar frases, acciones o comparaciones que transformen la hora de la comida en un momento traumático para los niños y para los padres.

Estas son las frases que no debes decir a los niños cuando no quieren comer

1. “No vas a crecer si no comes”

Con este tipo de frases, lo único que conseguiremos es hacer sentir a los niños culpables. Se trata de una forma de chantaje emocional que les hace daño. Lo que sí podemos explicarles es que comer de todo hace que podamos crecer fuertes y sanos y desarrollarnos de forma correcta. Por eso, es importante que se alimenten bien.

2. “¡Comételo todo si no quieres estar toda la tarde castigado!”

Amenazar con un castigo no tiene ningún sentido ni va a ayudar en nada. ¿Qué te parecería a ti que te castigaran porque no comes algo que no te gusta? Además, no hay razón para ello. Si utilizamos esta frase y la llevamos a cabo, lo único que conseguiremos será que asocie la comida con un momento negativo, que siga sin comer o que lo haga sintiéndose infeliz. Además, con esto también romperemos la confianza en nuestra relación.

3. “¡Si no te comes la comida, no hay postre!”

Esta frase es otra amenaza con la que no conseguiremos que el niño coma, sino al contrario. Así, acabarán relacionándose de forma negativa con la comida. Hay otras formas de amenazas ocultas en frases como las siguientes: “comételo todo para ir al parque” o “si te lo comes todo, vamos al cine”.

4. “Mira que bien come tu hermano”

Nunca son buenas las comparaciones y a la hora de comer, tampoco. No debemos comparar a nuestro hijo con otro, ya que cada niño es único y es como es.

5. “Abre la boca que viene el avioncito”

Esta frase puede parecer inofensiva, pero cuando la utilizamos lo hacemos para distraer su atención y meterle la cuchara en la boca. Es cierto que no es la más dañina de todas. Aun así, no debemos enseñar a nuestros hijos a comer distraídos, con la televisión encendida o de otras maneras, ya que lo alejaremos de ser conscientes de la experiencia. Si siempre comen con distracciones, luego no querrán hacerlo si no las tienen.

6. “La abuelita se pondrá triste si no te comes la comida que ha preparado con cariño”

Esta es otra frase que oculta un chantaje emocional. Le hacemos sentir responsable al niño de que si no come alguien se va a sentir mal, cuando en realidad el estado emocional de otra persona no depende de él.

7. “Comes como un bebé”

Esta frase, o decir “¡qué delicado eres, no te pareces a tu abuelo!”, es muy negativo, ya que los niños las sienten como descalificaciones o comparaciones que tienen una elevada carga emocional. No debemos olvidar que los pequeños tienen que ser respetados, aunque se nieguen a comer.

8. “Tantos niños pasan hambre y tú te dejas tanta comida en el plato”

Si los niños no son responsables de nuestro bienestar, lo son mucho menos sobre el del resto de niños del mundo. No creamos que porque digamos este tipo de frases concientizamos a nuestro hijo de la grave situación de muchos pequeños en el planeta. Al contrario, lo único que conseguimos es hacerles sentir mal por sus gustos y decisiones.

9. “Si te lo comes todo, te doy un helado”

Recompensar o castigar cuando un niño coma, no es un buen recurso. Así, acabará por asociar que hay comida mala y comida buena, según si lo recompensamos o lo castigamos. Esto no ayudará a su experiencia con los alimentos y se negará más todavía a probar otras comidas.