El Senado italiano dio su aprobación definitiva a un controvertido plan del Gobierno para permitir la entrada en las clínicas donde se realizan abortos a grupos que “apoyan la maternidad”, con el fin de intentar disuadir a las mujeres de interrumpir sus embarazos. El partido Hermanos de Italia, de la primera ministra Giorgia Meloni, adjuntó la propuesta en una enmienda a un proyecto de ley sobre el plan de recuperación de Roma tras el covid-19, que incluye un capítulo dedicado al sector de la salud. Meloni es una firme militante contra el aborto, pero durante su victoriosa campaña para las elecciones generales de 2022 prometió que, a pesar de sus convicciones personales, no modificaría la legislación vigente en la materia.

Por Angelo Amante
Agencia Reuters