Señor director:

Recordar la figura del papa santo Juan Pablo II es emocionante, por cómo era él como persona, religioso y jefe del estado Vaticano. En su honor se le puso su nombre a una plaza en el Barrio Aramburu, en Rivadavia. Hasta allí suelen llegar creyentes para tener un momento de oración delante de una gruta construida para tal fin. Sin embargo, personas desconocidas se ocuparon de destruir la plaza, tanto juegos infantiles como farolas e incluso los vidrios de la puerta que tiene la gruta. Desde hace más de un año que el lugar está abandonado, salvo por un placero que envían desde el municipio para mantener limpio el terreno. Los vecinos, solicitamos que el municipio coloque luminarias en pilares más altos y con protección, como también pedimos cámaras de seguridad para detectar a los delincuentes que merodean la zona.

Angelina Gutiérrez
DNI 6.592.351