La UNSJ se plegará a la marcha federal universitaria de hoy con una serie de reclamos presupuestarios. Según las autoridades, el congelamiento del presupuesto ya afecta al funcionamiento, pero puede empeorar en los próximos meses y afectar lo académico. La cantidad de dinero que reciben de Nación se divide en un 90% para los salarios de los más de 4.000 trabajadores y el resto para los gastos de funcionamiento. Del 10% restante, antes utilizaban el 8% para servicios, hoy deben destinar un 40% a pagar energía, agua y gas. Esto significa que cuenta con un 32% menos para el resto de los usos. Para compensar esta reducción, las facultades y escuelas debieron reducir al mínimo arreglos, obras, actividades que implican pagar horas extra y compra de equipamiento.

La marcha de hoy, que se hará en todo el país, en San Juan será a las 17 desde la Facultad de Filosofía. Según las autoridades de la UNSJ, hoy sufren un ajuste en términos reales por el impacto que tuvo la inflación en los gastos. A esto se sumó que los costos aumentaron en algunos casos por encima del índice del Indec. Este es el caso de los costos de los servicios, donde sólo la electricidad dio un salto del 569%. Como ejemplo, el secretario administrativo de la UNSJ, Ricardo Coca, citó que en febrero de 2023, la institución pagó 7 millones de pesos de luz y en el mismo mes de este año 58 millones de pesos. Esto, con el mismo dinero destinado a gastos de funcionamiento: 150 millones de pesos.

A esta reducción de los fondos disponibles se sumará en invierno el costo del gas utilizado para calefaccionar y además anticipan que las próximas boletas de energía serán aun mayores. Es que la última facturación que pagaron corresponde a un mes donde “todavía no están las unidades académicas funcionando a pleno”.

A partir de marzo, el gobierno Nacional incorporó una suba del 70% que sólo alcanzará a los gastos de funcionamiento, pero para Coca esto no alcanza a cubrir los problemas que tiene la universidad. Es que según dijo, ese porcentaje no compensa el 280% de inflación acumulado anualmente. Tampoco lo haría el otro 70% que se incorporaría en mayo, “que todavía no está confirmado” dijo el funcionario, porque alcanzaría sólo para la mitad de las subas que midió el Indec.

El funcionario universitario dijo que de los fondos que hay para funcionamiento, el Rectorado distribuye a cada unidad y de ahí las facultades, las escuelas preuniversitarias, institutos de investigación y la Escuela de Medicina organizan los gastos poniendo como prioridad “el aula, las becas y el comedor”. Esto implicó que las reparaciones que no son de urgencia, reemplazar equipos, adquirir nuevos, el funcionamiento en horas extra y otras actividades como publicaciones científicas o viajes a congresos, estén congeladas.

En el área de Extensión de la universidad están funcionando todavía con los presupuestos del 2023, pero las próximas convocatorias no se podrán realizar con la situación actual, aseguró la secretaria del área, Laura Garcés. Esto pone en riesgo tareas en comunidades como Mogna, donde estudiantes y docentes colaboran con artesanos o productores. En Ciencia y Técnica, que encabeza Eric Laciar, tienen investigaciones que están frenadas porque no pueden comprar el equipamiento previsto, en parte porque la inflación los encareció, pero también porque hay líneas nacionales que todavía no llegan. A esto se suma, entre otros proyectos en riesgo, las becas de intercambio del próximo semestre.

 

La tensa situación en todo el país

En San Juan hay 30.000 estudiantes en la UNSJ, pero la misma situación presupuestaria se repite en el resto del país, donde hay más de 2 millones de estudiantes en las 57 universidades nacionales. El reclamo nacional por el congelamiento de fondos a los valores de 2023 también incluye la baja en el valor real de los salarios de docentes y no docentes universitarios. Así como en la provincia el 90% de los gastos se destinan a pagar a los trabajadores, el escenario se repite en otras instituciones. Las mejoras presupuestarias que anunció el gobierno nacional sólo son para los gastos de funcionamiento, pero la paritaria también despertó críticas. Según Ricardo Coca, en la actualidad el aumento que recibieron los universitarios está un 38% por debajo de la inflación, mientras que otros sectores del Estado quedaron un 18% por debajo. Para el funcionario universitario local, esto indica “una clara intención en contra de la educación pública superior”. El próximo 30 de abril está prevista una nueva reunión entre el Consejo Interuniversitario Nacional y el Ministerio de Capital Humano.