En marzo y abril sucedió la primera gran renovación de contratos de alquiler, en este caso la mayoría comerciales. Pero a la hora de acordar los nuevos precios, quienes actualizaban de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que es lo que se conoce como inflación, se encontraron en dificultades. Es que aplicar el total de las subas implicaba que la renovación de 3 meses en el caso de comercio o 4 en las viviendas, iba a costar al menos un 70%. Esto llevó a que la mayoría de propietarios e inquilinos acordaran un promedio o directamente aumentar los valores de acuerdo con el ICL (Índice para Contratos de Locación), que regía en la Ley de Alquileres que fue derogada por el megadecreto de la nueva gestión nacional. Incluso, desde las inmobiliarias incentivan ahora a adoptar este valor, inferior a la inflación, para futuros contratos.

“Recomendamos el ICL porque el propietario tiene una actualización y el inquilino va a poder pagar”.
Pablo Domínguez – Pte. Colegio de Corredores

Esto fue confirmado por Pablo Domínguez, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, quien detalló que la tendencia durante las renovaciones fue la de “un acuerdo entre las partes”. Es que ante las subas abruptas, atar los nuevos valores sólo a la inflación ponía en riesgo la continuidad de algunos de los contratos. Entonces, para no perder a los clientes, los propietarios ofrecieron estos descuentos. Leonardo Pérez Tinto, de la Inmobiliaria Pérez Olivera, confirmó esta tendencia. “La mayoría de las renovaciones se hicieron con acuerdo entre las partes teniendo en cuenta el salto que habían dado los precios. En algunos casos fueron descuentos del 20% de lo que estaba previsto aumentar”, aseguró el empresario. Esto no quiere decir que los contratos hayan cambiado en todos los casos. Según explicó Pérez Tinto, la preferencia se debió a lo extraordinario de las subas que hubo.

“No es que están cambiando el contrato, sino llegando a un acuerdo para usar otro índice”.
Leonardo Pérez Tinto – Inmobiliaria Pérez Olivera

El ICL fue la referencia mayoritaria debido a que se trata de un índice que hace un promedio entre la inflación y los aumentos de salarios de algunas paritarias clave. Domínguez calculó que la variación interanual de este índice estuvo cerca del 200%, mientras que el IPC se ubicó en el 280% según lo publicado por el Indec. Esto se debe a que los salarios subieron menos que la inflación.

Debido a los que alquileres de viviendas ya venían calculándose con el ICL, que es el que indicaba la ley de alquileres derogada, quienes tuvieron renovaciones durante los primeros meses en su mayoría conservaron este valor. Según coincidieron los empresarios, quienes sí estaban utilizando el IPC tendrán el mismo problema que los alquileres comerciales, donde la inflación era el valor más utilizado. Domínguez aseguró que en los nuevos contratos están recomendando usar el índice anterior, ya que de esta manera esperan que los valores no se disparen con los vaivenes de la economía.