Desde 2004 (y excepto durante la pandemia, por razones obvias), San Juan ha tenido un espacio propio en las sucesivas ediciones de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, con el fin de visibilizar y comercializar la producción editorial local. Convertido en un clásico, el stand tuvo distintas versiones y temáticas que albergaron a editoriales y a escritores, a través de instituciones públicas y privadas; y que también fueron una importante vidriera para la riqueza cultural de esta tierra. Sin embargo, y por primera vez en dos décadas, este año San Juan podría estar ausente en el Pabellón de las provincias del convocante encuentro. Según fuentes del Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes vinculadas a la organización, la razón sería una deuda generada el año pasado, ya que la gestión anterior no habría abonado el canon correspondiente del alquiler del espacio que todos los años pone a disposición la Fundación El Libro en La Rural. 

DIARIO DE CUYO intentó establecer contacto con los responsables del área, el ministro de Turismo, Cultura y Deportes, Guido Romero; y el secretario de Cultura, Eduardo Varela Oro, pero no obtuvo respuestas. 

Desde 2004 San Juan ha mantenido un espacio destacado entre todas las propuestas culturales de la feria, con participaciones especiales en las programaciones, como por ejemplo el homenaje que se hizo a la obra de la calingastina Ofelia Zuccoli Fidanza, el año pasado. En el stand, además de presentaciones de libros, se han llevado a cabo conferencias, charlas, degustaciones y actividades recreativas que lo han distinguido de entre los otros que tradicionalmente ocupan el Pabellón de las Provincias. Una de las citas más esperadas por el público ha sido siempre el “Día de San Juan”, con shows musicales de reconocidos artistas locales. El año pasado el stand ubicado en un punto estratégico del predio, con importante circulación de visitantes (cerca del acceso principal sobre avenida Santa Fe, frente a la Plaza Italia) tuvo como nombre “Conectados” y expuso más de 420 títulos, pertenecientes a más de 950 autores locales. 

La probable baja del stand sanjuanino no implicaría, sin embargo, la ausencia total de créditos locales en la Feria. De hecho, desde la Dirección de Bibliotecas Populares, que depende del citado Ministerio, informaron que respaldarán el traslado a Buenos Aires de referentes de las bibliotecas populares de la provincia, para concretar la compra de material bibliográfico que la Fundación El Libro -organizadora del evento cultural más importante de Latinoamérica- facilita a dichas instituciones, con descuentos del 50% en relación al valor de mercado. Federico Caballero, encargado de la mencionada repartición, precisó que “el viaje se realizará del 2 al 5 de mayo y que participarán 25 bibliotecas -la mayoría del Gran San Juan-, que son las que actualmente están registradas y regularizadas por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (la Conabip es el organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación que otorga subsidios y fondos para las bibliotecas del país destinados a la adquisición de libros, entre otras funciones y beneficios). Además, el funcionario adelantó que la editorial de la Legislatura Provincial estará en uno de los espacios destinados a bibliotecas legislativas del país, si bien no pudo confirmar la participación de editoriales independientes, universitarias (UNSJ / UCCuyo) ni de autores que de forma particular puedan llevar o presentar sus títulos en el predio de La Rural. Y en cuanto a las actividades vinculadas a la semana del Día Internacional del Libro, apuntó que se realizarán solamente en la provincia.

Como ya es de público conocimiento, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2024 se realizará del 25 de abril al 13 de mayo en el Predio Ferial La Rural. Cuenta con una superficie de más de 45 mil metros cuadrados y como todos los años, es visitada por más de un millón de lectores, sumando a más de doce mil profesionales de la industria del libro. En esta edición, contará con la presencia de la escritora Liliana Heker, quien dará el discurso de inauguración; y entre otras novedades a tener en cuenta, tendrá a Lisboa como Ciudad Invitada de Honor. 

 

> Panorama sombrío

Mary Muñoz es presidenta de la Federación de Bibliotecas Populares de San Juan, que desde 2000 articula y nuclea a dichas instituciones y da asistencia y asesoramiento para que puedan participar en la compra de material en la FILBA, con el aval de la Conabip. En diálogo con este medio, explicó que “en la provincia hay 60 bibliotecas instituidas y creadas, de las cuales sólo el 50% son reconocidas por la Conabip; y hay otro porcentaje menor que deben regularizar su situación legal para que puedan recibir los subsidios. Este año, todos los fondos que ingresen resultan escasos. Si comparamos con el año pasado, el monto de compra se ha duplicado. Pasamos de 250 mil pesos a un cupo máximo de 600 mil para cada biblioteca”. Sin embargo, en este contexto, “si el año pasado se compraban unos 150 títulos, este año llegaremos con suerte a unos 70, dependiendo de la necesidad de cada institución. Si antes un ejemplar promedio estaba entre los 8 mil y 10 mil, hoy cuestan por arriba de 20 mil, si se tratan de novelas o cuentos”, estimó Muñoz.

La referente señaló que, en la mayoría de los casos, se adquieren libros para público infantil y juvenil. “Cuentos, novelas, historietas, educativos y recreativos, son las narrativas que más se están consumiendo y las bibliotecas están haciendo pedidos en esta dirección para atraer a nuevos socios-lectores”. 

Por otra parte, la dirigente expresó su preocupación ante la necesidad de varias bibliotecas de contar con un lugar propio. “Algunas tienen las salas a préstamo o alquiler, con dificultades para sostener los costos. También falta personal y no se sabe cuántos fondos tendrán para gastos corrientes”, dijo. En más de un caso, el ingreso por las cuotas societarias no cubre el pago de servicios como electricidad, agua e Internet, por ejemplo. 

“No sabemos cuánto tiempo nos pueden durar los subsidios de Conabip, entonces hay que salir a buscar recursos de otros lugares y la mayoría de las veces, se deben cubrir situaciones de emergencia con dinero de los miembros de las comisiones directivas. Hasta ahora no sabemos cuándo y cómo se enviarán las nuevas partidas. Las instituciones van perdiendo sus beneficios, porque no pueden estar al día con las asambleas, van achicándose y algunas están por cerrar”, expresó.