Que el fútbol da revancha no queda ninguna duda. Y qué mejor ejemplo de resiliencia la historia con olor a revancha de Maximiliano Gutiérrez, el volante ofensivo que hace ilusionar a todos en San Martín. El cordobés de 27 años, colgó los botines pero volvió y hoy es de las figuritas destacadas en la Primera Nacional.

El futbolista verdinegro ya dejó atrás la derrota sufrida el pasado viernes ante Quilmes en Concepción, dice que deben ir a paso a paso buscando los objetivos y el primer paso será el próximo lunes cuando se midan por Copa Argentina ante Godoy Cruz en San Luis. 

Gutiérrez venía de una categoría inferior pero mucho no le costó adaptarse a un nivel mucho más competitivo. “San Martín me recibió muy bien, venía con la presión de que me costara adaptarme a la categoría pero gracias a mis compañeros y al cuerpo técnico estamos en un gran presente y ojalá sigamos así”, abre la charla Maxi, con una tonada cordobesa bien marcada. El talentoso futbolista viene de ser el goleador en Argentino de Monte Maíz en el Federal “A”, si bien es agradecido con el “Raya” -club en el que estuvo solo estuvo una temporada- todos los elogios son para Sarmiento de Leones, el club que lo trajo de vuelta al mundo del fútbol.

“Argentino me permitió que varios clubes me vieran y por eso estoy ahora acá en un club grande como San Martín, pero Sarmiento fue el que me rescató y no me olvido de eso”, expresa el extremo. Es que Gutiérrez, de familia humilde y trabajadora, se había rendido. Había bajado los brazos y tras una enorme decepción en su club de origen, había colgado los botines para salir a trabajar. Su Instituto de Córdoba, que lo formó y tal cual él dice “le dio los valores para desempeñarse en la vida”, lo formó desde los 12 años y cuando llegó la hora de debutar en Primera, fue al banco, viajó y estuvo dos temporadas pero no encontró lugar y quedó libre. “Fue muy duro, se te pasan muchas cosas por la cabeza, sentís desilusión, decepción, te cuesta entender porqué a vos”, expresa.

En ese momento, a la Gloria llegó un técnico con muchos jugadores que dejó de lado a los “pibes” del club y entre ellos estaba Maxi Gutiérrez. A pesar de eso, el volante no le guarda rencor incluso el viernes último tuvo enfrente al entrenador que lo marginó en esa ocasión: Darío Franco. “En ese momento sentía que era injusto pero igual con Darío nos llevamos excelente, es muy buena persona”, comenta el verdinegro quien el año pasado compartió mucho con el experimentado DT al compartir plantel con el hijo del entrenador. 

Maxi Gutiérrez (27 años) lleva 2 goles en los siete partidos jugados en la Primera Nacional. En total con la camiseta verdinegra lleva jugados 459 minutos.  

Lo cierto es que a partir de ese golpe que le dio la vida dejó el fútbol y comenzó a trabajar: de pintor, de albañil o con la “changa” que saliera. “Iba a ser papá y tenía que llevar unos pesos a casa”, expresa el cordobés. Así estuvo alejado de su gran amor hasta que Sarmiento de Leones lo volvió a poner en una cancha, donde es feliz. “Trabajaba y jugaba al fútbol más que nada por hobby, pero lo disfrutaba”, manifiesta. Sus goles y su talento hicieron que Argentino de Monte Maíz lo llevara a jugar el año pasado al Federal donde marcó 9 goles que lo trajeron a San Martín. 

“Con Argentino habíamos clasificado por primera vez en la Copa Argentina y por la emoción que tenía estaba ese día viendo el sorteo cuando me llamó mi representante y me dijo ‘fijate con qué rival le toca a San Martín de San Juan‘. Na no lo podía creer. Soñaba con dar ese salto de categoría”, manifiesta orgulloso. “En ese momento cuando vi que a San Martín le tocaba medirse contra Godoy Cruz no tomé dimensión de lo que representa el clásico para los hinchas. Hay mucho entusiasmo en la gente y eso nos lo hacen saber, estoy sorprendido por la rivalidad linda que hay. Queremos ganar ese partido, ojalá se nos de”, expresó refiriéndose al encuentro ante El Tomba mendocino. 

Cuando llegó a San Juan, provincia que visitó dos años en el 2023 cuando le tocó venir a medirse con Peñarol, se adaptó rápido a la ciudad y hoy se ilusiona fuerte con San Martín. “Ya analizamos los errores y dejamos atrás la derrota. Tenemos un gran plantel y estamos muy ilusionados, tenemos los objetivos en claro: primero clasificar al Reducido y de ahí en más ir paso a paso para buscar algo grande. Ahora tenemos la Copa Argentina y queremos ganar el clásico. Estamos bien pero queremos más”, cerró el cordobés que encontró la revancha que da el fútbol pero que no se conforma con eso y va por más.