Es todo un personaje. Amable. Alegre. Frontal. Capaz de decir sin dudarlo que no le gustaría seguir ligado al hockey una vez que se retire. O reconocer que no le gusta estar solo, que se asfixia. Eso sí, en ese momento tirando la broma “La única Soledad que banco es mi señora’ (risas), por el nombre de quien tiene al lado. Valentín Grimalt -el arquero titular de la Selección argentina de hockey sobre patines- se casó en julio. Con Soledad. Mendocina, igual que él. “La mujer que me apoya en todo. Que me da fuerzas. Esto de venir a jugar en San Juan lo conversamos bastante y ella siempre estuvo de acuerdo. Es más, fue la propulsora que yo esté acá para mantener el nivel de juego y aportar lo máximo para la Selección’, contó.

Valentín tiene 27 años. Es del signo cáncer. Jodido por naturaleza. Pero un gran tipo…

-¿Cómo te autodefinís?

-Puede que sea jodido para algunas cosas, pero en realidad soy al revés, jodón. Trato de mantenerme alegre siempre. Eso sí, nunca me separé de mis responsabilidades. Cuando tengo que cumplir algo, lo hago y punto.

-¿Cómo es que llegaste a estar jugando en el SEC?

-Como te dije. Recibí la oferta, lo hablamos con mi esposa y acepté. Este es un año de Mundial y lo ideal es que esté acá, por lo menos. Para mantenerme en un buen nivel. Vivo en las cabañas del club. Con Agustín Domínguez, que también es mendocino.

-Contame cómo es el día a día…

-Acá, en San Juan, me levanto temprano. A eso de las 9. De ahí al gimnasio, después el almuerzo y la siestita. A la tarde jugamos al padel. Con Agustín (Domínguez), el Pichu (Federico Balmaceda), el Pancho (Velázquez) o con Danilo (Rampulla). Después, a las 9 y media de la noche al entrenamiento y de ahí a la cama. Por suerte me queda bien cerquita (risas).

-¿Y cuando estás en Mendoza?

-Ahí me levanto más temprano. A las 7 y media ya estoy trabajando. Tengo una librería en el Colegio Murialdo. Al frente del club. Con mi esposa estamos alquilando. Hay que hacerle frente a la vida laburando. No hay otra.

-¿Cómo fue esta nueva alegría con la Selección?

-Y, ganar la Copa de las Naciones en Suiza es espectacular. Más porque hacía muchos años que Argentina no lo lograba. En ese torneo debuté en la Selección en el 2009. También la jugué en el 2011. Pero nunca antes la había ganado.

-¿Qué te parece este grupo de la Selección?

-Se ha formado un muy buen grupo humano. Mucho tiene que ver el cuerpo técnico. Y nosotros, los jugadores, manejamos códigos. No existen los intereses personales. Todos tiramos para el mismo lado y así se hace más fácil. Ese es el pasito que le faltaba a la Selección. Por algo somos los campeones del mundo.

-Y ahora se viene China…

-Un lugar exótico. Me gustaría mucho conocerlo. Y que nos vaya bien. Que podamos defender el título que ganamos en Francia.

-Cuando viajás ¿qué te gusta traer?

-Me encantan los recuerdos. Colecciono tazas. También camisetas.

-¿Te queda mucho por jugar en el hockey?

-No sé. Por ahí me gustaría retirarme después de los 40. Los arqueros tenemos más vida (risas).

-¿Y? ¿Vas a seguir ligado al hockey?

-No. No tengo el carácter ideal para ser técnico. Y no aguantaría ser dirigente. Cuando me retire del hockey, sólo voy a ir a ver jugar.

 

FRASES

“¿Qué cosas considero negativas? En lo deportivo, el 2016 fue malo. Jugaba en el Matera, en Italia, y decidió no participar. Me quedé colgado. Y, de la vida en general, me molesta la gente que habla sin fundamentos’.

“Los sanjuaninos me respetan un montón. No existe ese rechazo por ser mendocino. Me muestran cariño en todo momento. Todavía me acuerdo de la bandera del B¦ Rivadavia que decía bienvenido a San Juan’.

“Los arqueros no somos locos como dicen, somos especiales (risas). Yo siempre digo, para un arquero, las buenas son muy buenas. Y las malas hay que saber canalizarlas para después levantar cabeza’.