Fue una final dramática. Que recién se decidió en el alargue. Las ilusiones argentinas se hicieron añicos en el mismo cierre, cuando el actual campeón del mundo rubricó su victoria con dos goles decisivos. El título podría haber quedado para cualquiera. Se volvió a España por esas impericias de la vida. Las Águilas siguieron siendo Águilas. Dieron todo. Se esforzaron hasta el último segundo pero cayeron. Eso sí, lo hicieron como grandes.

España le ganó a la Argentina por 7-5 (el partido en su tiempo regular había terminado 4-4) y logró retener el título mundial de hockey sobre patines en categoría femenina, en una jornada inolvidable en el Longjing Gymnasium de Nanjing, China.

En el partido decisivo, el primer tiempo salió movido. Emocionante. De ida y vuelta. Con más goles de los que cualquiera hubiese imaginado. Es que se trata de dos equipos de fuerzas parejas. Pero evidentemente las variantes ofensivas y los atributos individuales pesaron por sobre todo. Por supuesto que el espectáculo se vio favorecido, porque todo el mundo vive y goza del gol.

Después de aquel inicio parejo, que mostró a Las Aguilas más metidas en el partido y por ende con mayor posesión de la bocha, el tablero empezó a cambiar de números. Apenas pasados los cuatro minutos la arquera española enganchó a Luciana Agudo en el área y uno de los árbitros no dudó en cobrar el penal. Lo ejecutó Valentina Fernández y, si bien falló en el tiro inicial, se dio el gusto tras el rebote y una finta para vulnerar el arco español. Fue emoción. Delirio. Festejo contenido.

Pero esa alegría resultó efímera, porque casi 20 segundos después y por la misma vía del penal España llegó a la igualdad (lo hizo Natasha Lee). Después pasaron diez de contención, en los que esta vez sí las defensas lograron contener a sus ataques rivales.

Casi a los 15", Berta Busquets sacudió la paridad y con un tiro fuerte y bajo venció a Andrea Jara. Las Aguilas se pusieron nerviosas pero de ninguna manera se desesperaron. Siguieron firmes con lo suyo. Y dos minutos después volvieron a quedar iguales con un gol de Daiana Silva.

En el frenesí del juego España sacudió por tercera vez (Puidgueta) y Argentina respondió (Julieta Fernández) antes del final. Una etapa tremenda. Con los dos equipos jugados en ataque. La pregunta era: ¿Cuánto aguantarían en el complemento?

Y ese segundo tiempo largó igual con que finalizó el primero. A pura emoción. A cara descubierta. Y en ese panorama el que pegó primero fue el equipo albiceleste. Es que Adriana Gutiérrez, que estaba encendida y a la larga fue una de las grandes figuras albicelestes, se despachó con un golazo. Lo sintió mucho España, que por minutos se desmoronó. Pero de a poco fue neutralizando el juego argentino y con esfuerzo y dedicación se las arregló para empatar el partido. Fue a los 13" a través de Puidgueta.

Las Aguilas reaccionaron de inmediato y buscaron aprovechar el libre directo que se les dio porque su rival llegó a las 10 faltas. Lo ejecutó Julieta Fernández y fue un golazo levantándosela a la arquera pero el pésimo árbitro portugués Rainha (ya había tenido errores anteriores) cobró altura y anuló la conquista. Desacertado por completo.

Los últimos minutos fueron decididamente emocionantes. Ida y vuelta. Con atajadas notables de las arqueras. Con tiros en los palos. Eso sí, la Argentina siempre pareció estar más cerca. Tanto que Luciana Agudo tuvo el gol en los últimos segundos y la arquera española tapó de manera increíble. Pero el reloj les ganó a las dos y las mandó al alargue.

Si el partido había sido intenso y emotivo, qué decir del alargue. Gran jugada de Luciana y rúbrica de Adriana Gutiérrez con un golazo. Ahí nomás bombazo de Casarramona y de nuevo empate (5-5).

Y largó el segundo tiempo del alargue con incertidumbre total. En el inicio, se hamacó Busquets y la mandó al fondo. Para Argentina se hizo un jugar contra el tiempo. Hasta que llegó el gol fatal de Diez. Las Aguilas intentaron pero no pudieron. Igual cayeron como grandes que son.

Dramático.

Goles: PT, Fernández (A); Lee (E); Busquets (E); Silva (A); Puidgueta (E); Fernández (A). ST, Gutiérrez (A); Puidgueta (E). TA: Gutiérrez (A); Casarramona, Busquets (E); Diez (E).

Dramático.

Goles: PT, Fernández (A); Lee (E); Busquets (E); Silva (A); Puidgueta (E); Fernández (A). ST, Gutiérrez (A); Puidgueta (E). TA: Gutiérrez (A); Casarramona, Busquets (E); Diez (E).

 

El podio, con el inocultable dolor de las subcampeonas

 

A flor de piel. Las Águilas soportaron estoicamente la ceremonia en la que premiaron a España como campeón.

 

 

Ellas estaban en la cancha con los equipos de España y Alemania. Entre los tres armaron el podio del Mundial femenino. España campeón, ellas subcampeonas y las alemanas terceras.
Mientras el rostro de las dos rivales era satisfacción pura había que ver las lágrimas que seguían cayendo en las chicas argentinas. Abrazadas, varias de ellas con la mirada perdida. Como buscando explicaciones ante vaya a saber qué o quién. Vinieron hasta acá, la lejana Nanjing, a tomarse revancha de aquel gol de oro que las dejó fuera de las semifinales en Iquique ante este mismo rival. Y no pudieron. Dieron todo. Hicieron lo que debía. Pero no fue posible.

Cuando los dos Daniel, el porteño Ventura (de la CAP) y el sanjuanino Martinazzo (la de FIRS) les fueron entregando las medallas y los ositos con el emblema del Mundial, una aceptaron cabizbajas, otras no. Daiana Silva no aceptó que le colgaran la medalla. Salomé se las sacó al instante. 

Indudablemente eran las más dolidas. Igual, todas abrazadas, esperaron estoicamente la entrega de la copa a España. Las jugadoras con camiseta roja cantaron y bailaron. Al lado de ellas, Las Aguilas sufrieron y se aguantaron el momento.

Al final y al son de la música se levantaron las banderas. Después las españolas (y las alemanas) se prestaron para las fotos y Las Aguilas se retiraron lentamente. El deporte, seguro, les tendrá preparada una nueva revancha dentro de dos años. Hoy, al menos dieron todo lo que tenían y, aunque no les haya alcanzado, sus cuerpos y mentes deben estar fortalecidos porque no son menos que nadie.

 

A tener en cuenta

Primera vez
Es la primera vez que Argentina, en femenino, pierde una final de Mundial. Antes había ganado en las cinco que llegó. Fue campeón en el 1998, después en los años 2002 y 2004 y al último también el ganador del título en 2010 y 2014.

No hay caso
El técnico Ariel Moreno podría haberse convertido en el único entrenador mendocino en consagrarse campeón del mundo para la Argentina en hockey. Es que los títulos mundiales, en cualquier categoría, los ganaron equipos dirigidos por sanjuaninos.