Con la vista puesta en la mayor demanda de cal que tendrán los nuevos proyectos de litio y cobre que se vienen en el país, las empresas del sector en San Juan ya están trabajando para incrementar la producción. La intención es llegar en el 2025 a elaborar 2,5 millones de toneladas de cal por año, un incremento del orden del 127% con respecto a la producción actual, del orden de los 1.100.000 toneladas por año.

Según datos aportados por Raúl Cabanay, vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan y gerente general de caleras San Juan, sólo los cuatro grandes proyectos de cobre que están más cerca de ponerse en marcha en la provincia, que son Josemaría, Los Azules, Pachón y Altar, necesitarán 360.000 toneladas de cal por año, es decir que la demanda crecerá un 32% con respecto a la producción actual. 

En el caso del litio, el consumo estimado del sector rondará entre las 200.000 a 450.000 toneladas de cal por año.

Abastecer a este último sector tiene ventajas y obstáculos, según menciona el informe. Entre las primeras está que San Juan cuenta con abundantes reservas de caliza de máxima pureza, además de infraestructura y tecnología de punta para abastecer las necesidades de este mercado con cales alta calidad. Pero también hay obstáculos, como son las grandes distancias entre los proyectos de litio y los centros productivos de cales en San Juan. Y además están los altos costos logísticos.

Entre las ampliaciones de producción previstas por las empresa, Caleras San Juan tiene un tercer horno en construcción y para el año próximo proyectan un cuarto horno. Entre ambos sumarán 400 toneladas de cal por día.

Otro empresa que está ampliando su producción es Calidra, que está trabajando en un nuevo horno, para sumar 600 toneladas de cal por día. Entre ambas compañías la producción crecerá 1.000 toneladas de cal por día.

Según el informe, la cal es una de las sustancias químicas más difundidas y versátiles que se producen y emplean en todo el mundo. Y es porque directa o indirectamente interviene en la mayoría de los objetos fabricados por el hombre. En la actualidad el consumo per capita en países industrializados es de 80 kg/año. Y la producción mundial estimada es de 300 millones de tn/año.

En cuanto al uso de la cal en la obtención de litio, se tiene en cuanta que en el país hay 23 salares, 2 minas en producción, con 2 proyectos de ampliación y entre 6 a 8 minas en construcción. Además hay unos 20 proyectos con factibilidad a exploración avanzada.

En el caso de San Juan la expectativa es con los proyectos más importantes de cobre, ubicados en Iglesia y Calingasta.

Entre los usos de la cal, uno de los principales destinos es la construcción, como aglomerante, para todo tipo de revoques, mamposterías y contrapisos. Es uno de los usos más difundido. 

Otros destinos de la industria calera local son la siderurgia y la potabilización del agua. En el primer caso el principal cliente es Ternium, una empresa productora de aceros planos y largos, con planta en Buenos Aires. El otro gran consumidor es AySA, la empresa encargada de proveer los servicios de agua y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense.

Los principales departamentos caleros son Sarmiento (con la mayor parte de la actividad concentrada en la zona de Los Berros), Albardón y Jáchal. En la provincia hay 4 empresas que concentran casi el 90% de la producción local y el resto está en manos de pequeños propietarios de hornos criollos. Estos últimos destinan su producción fundamentalmente a la construcción.

Por otro lado, el 95% de las exportaciones de cal sanjuanina van a Chile, todo en camiones, mientras que el resto va a Uruguay y algo de producción a Paraguay.

 

  • Otros usos del producto

Además de los usos en la minería, la construcción y la siderurgia, la cal se utiliza en la elaboración de papel y en el tratamiento de los efluentes líquidos de esta actividad. En el sector azucarero la cal se emplea para la clarificación de los jugos azucarados de caña y de remolacha. También se emplea en las curtiembres, para curtir cueros y en la industria del petróleo, para la fabricación de grasas lubricantes con base de cal. También se utiliza en la elaboración de pinturas y en el proceso de potabilización del agua, al igual que el tratamiento de los efluentes cloacales.