Una empresa textil desarrolló sujetadores de cabello, del tipo conocido como colitas o "scrunchie" con la función específica de "prevenir la pediculosis", ya que el tipo de tela con la que están fabricados genera "incomodidad hacia el piojo" y le dificulta la colonización. "Los ahuyenta inmediatamente sin generar olor ni dañar el cabello", explicó Alan Gontmaher, dueño del emprendimiento mixto (público-privado) que produce este nuevo producto, al explicar el efecto que provoca en los piojos los sujetadores de pelo.

El producto fue desarrollado por la empresa textil Kovi, que también produce los barbijos Atom Protect en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y comenzó a idearse "poco tiempo después de haber comenzado a producir los barbijos, ya que había proyección de que la pandemia se iba a terminar, y siempre buscamos vincular lo público con lo privado", señaló a Télam Gontmaher.

A diferencia del barbijo desarrollado por la empresa, las llamadas colitas o "scrunchie" (un lazo elástico tejido cubierto para sujetar el cabello) de Atom Protect están elaboradas con "una tela diferente, más suave y con una textura mucho más maleable".

"Dado que el procedimiento que utilizamos es diferente y la prestación es distinta, se desarrolló algo específico para este producto y toda la investigación se desarrolló desde cero buscando otra funcionalidad", especificó el emprendedor. En este sentido, la funcionalidad específica de la tela se basa en "generar una incomodidad hacia el piojo, que al saltar a la cabeza, se siente incómodo y vuelve a saltar a otra cabeza", evitando, de este modo, "el nido o la colonia de piojos con esa cantidad enorme que se va generando en la cabeza".

"Cuando empezamos a hacer ensayos, análisis y una cuestión de investigación nos pareció un producto a desarrollar. Hay algunos elementos similares (con el barbijo) pero esto lo hace de una manera única", sostuvo el empresario.

Para comprobar la eficacia del producto, Gontmaher explicó que los estudios se desarrollaron en laboratorios del Conicet a través del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Cipein). "En concreto, se pusieron piojos expuestos a la tela tratada y piojos expuestos a tela no tratada, y se ve claramente cómo la tela tratada los ahuyenta inmediatamente del producto, a diferencia de la tela no tratada, que permanecen ahí", señaló. Aclaró que "el punto es repeler y que no se llegue al punto de contraer pediculosis".

En tanto, sostuvo que la demanda del producto "es alta, porque aplica a toda la población que pueda tener cabello para utilizar la protección". Para su uso ideal, indicó que lo mejor es lavar el cabello y pasar el peine fino hasta eliminar los piojos del cuero cabelludo, luego armar un rodete, sujetando lo más que se pueda para que el pelo no quede suelto. "Es como una colita normal para sujetar el cabello, no genera olor, no daña el pelo y no tiene alguna característica en el uso diferente, simplemente dura 30 días desde el momento en que se abre el paquete y se comienza a usar", precisó.

Transcurrido este tiempo, "es un textil convencional que se puede seguir usando pero ya no va a tener las características de repelencia", al tiempo que es un producto reciclable, aclaró Gontmaher.

Télam