El canciller Héctor Timerman afirmó a diarios londinenses que ‘no‘ cree que ‘lleve otros 20 años‘ recuperar las Islas Malvinas del dominio británico. Ante estos dichos, un grupo habitantes de las Islas advirtió ayer que Argentina ‘tiene más chances de tener su bandera en la Luna en 20 años que en Stanley‘, la capital del archipiélago.
El canciller, en Londres, ofreció una entrevista conjunta a los diarios The Guardian y The Independent, en la que abordó el diferendo bilateral, que atribuyó al afán británico por hacerse de recursos, ya que, según consideró, ‘donde quiera que haya olor a petróleo, los grandes poderes empiezan a buscar y encuentran una razón para quedarse‘.
Según publicaron ayer los matutinos, Timerman afirmó: ‘No creo que lleve otros 20 años. Creo que el mundo está yendo hacia un entendimiento cada vez mayor de que éste es un asunto colonial, un asunto de colonialismo, y que la gente viviendo allí fue implantada‘. A lo que un grupo de Kelpers, a través de Twitter, rechazó la estimación del canciller argentino. ‘Para aclarar, la Argentina tiene más chances de tener su bandera en la Luna en 20 años que aquí, en Stanley‘, ironizó el grupo de malvinenses que también afirmó que es ‘demasiado optimista‘ esa previsión, si se tienen en cuenta los ‘desastres económicos actuales‘.
Timerman volvió a descartar la opción militar en torno a la disputa por el archipiélago como fue la guerra de 1982.
Por otra parte, en declaraciones a radiales, volvió a cuestionar el referéndum previsto para marzo: ‘Se le pregunta a ciudadanos ingleses si quieren seguir siendo ciudadanos ingleses‘. ‘En 1985, Naciones Unidas le dijo al Reino Unido que un referéndum de esta naturaleza no iba a ser reconocido por ese cuerpo‘, recordó, para luego enfatizar que la consulta ‘tiene el espíritu de hacer una campaña publicitaria, pero no tiene ningún efecto legal sobre la disputa de soberanía que hay entre Gran Bretaña y Argentina‘.
Además, Timerman remarcó ayer que el encuentro con más de 20 parlamentarios británicos que mantuvo en Londres “demostró que el diálogo no sólo es posible, sino que es necesario” para resolver “de forma pacífica” la disputa por las Islas Malvinas.