A partir de la eliminación de las tarifas mínimas desde el 1° de agosto en los vuelos de cabotaje ida y vuelta (si son comprados con, al menos, una antelación de 30 días) y la promoción lanzada por Aerolíneas Argentinas del 50% durante una semana, muchos viajeros comenzaron a buscar ofertas y aéreos más convenientes. 

Apabullados ante la cantidad de cifras y publicidad online -a veces engañosa-, ¿qué tenemos que tener en cuenta?

Para organizar un viaje por cuenta propia y conseguir buenos precios en pasajes, hay que tener paciencia para buscar y comparar hasta, finalmente, concretar una reserva.

¿Con cuánta anticipación conviene comprar? ¿Cómo saber si una promoción es realmente conveniente? ¿Cuál es la diferencia entre comprar en una agencia o en la línea aérea? Aquí, algunos tips para considerar a la hora de planificar viajes tanto de cabotaje como internacionales.

¿Cuánto tiempo antes?

Anticipación. Esa parece ser la palabra mágica que resuelve la búsqueda de pasajes aéreos baratos. ¿Un año antes? ¿Seis meses? ¿Dos meses? ¿Cuál es la medida justa? Lo cierto es que adelantarse exageradamente no sirve y esperar a último momento tampoco.

En términos generales, los asientos del avión salen a la venta alrededor de un año antes -11 meses y medio- del vuelo en cuestión. Y hay nueve tarifas posibles. Un año antes el avión está vacío y la empresa tiene muchos tiempo para vender los pasajes al mejor precio posible... para las arcas de la compañía. Así que no es un momento en el cual van a regalar nada.

"A medida que se va acercando la fecha del vuelo que buscamos, empieza a ocuparse y las tarifas empiezan a cambiar en función de la demanda. Por lo tanto, si no se vendió lo esperado, las clases tarifarias bajan y pueden aparecer precios atractivos. El last minute ya no existe", explican desde Promos Aéreas AR, un blog especializado en buscar buenas tarifas apara volar por el mundo.

¿La anticipación es importante? Sí, pero sin exagerar. Por ejemplo, en los últimos días de noviembre -o incluso, en diciembre- se pueden conseguir buenas propuestas para volar a fines de febrero o marzo.

Altas y bajas

Hay que ser realista: no hay promociones para volar barato en plenas vacaciones de invierno en Argentina o a comienzos de enero, cuando comienza la temporada de verano. Son períodos de temporada alta. Los aviones están llenos porque la demanda es alta y los pasajes se venden rápido sin que la compañía haga grandes esfuerzos. ¿Por qué van a bajar los precios?

Quien no tenga restricciones relacionadas con los recesos escolares -los períodos de alta- debería planificar sus viajes entre marzo y junio o entre septiembre y mediados de diciembre.

Ser más flexibles

La flexibilidad es otro concepto importante al buscar buenos precios porque cuanto menos atados estemos a las fechas o a los destinos, más fácil será encontrar una promoción.

Por eso, lo ideal es tener pensadas varias fechas y lugares posibles para poder decidir rápido si encontramos una buena propuesta.

Cuidado con "las ofertas"

Una vez que decidimos que queremos viajar a un destino, hay que prestarle atención a las tarifas en las distintas búsquedas según la empresa y la fecha.

De esa forma, cuando nos anuncien una "oferta", vamos a tener verdaderos parámetros de comparación para darnos cuenta si se trata realmente de un precio promocional o si es, incluso, superior al estándar.

Este tip es especialmente útil para las campañas de venta online como Cyber Monday o Travel Sale, cuando las empresas afirman que ofrecen "grandes descuentos".

¿Agencias de viajes o aerolíneas?

Algunas compañías, como Aerolíneas Argentinas o LATAM, suelen brindar planes de financiación para pagar los pasajes con tarjetas de crédito, pero en general, las aerolíneas imponen que la cancelación se realice en un solo pago.

Esto es importante al momento de decidir dónde buscar: ¿le compramos el pasaje directamente a la línea aérea o pasamos por una agencia de viajes? Y obviamente, es muy distinto hacer un pago con un solo pasaje comprado que si tenemos que que pagar dos, tres o cuatro.  En cambio, las agencias de viajes permiten financiar en cuotas (algunas, sin interés) con ciertos bancos o tarjetas.

Además, las agencias ofrecen la posibilidad de combinar distintas aerolíneas y elegir la cantidad de escalas para abaratar el viaje.

Límites de financiación

Es algo de sentido común, pero nos puede agarrar distraídos y olvidarnos de chequear si tenemos resto para financiar con las tarjetas de crédito, teniendo en claro cuál es el límite.

De esta forma, evitamos introducir los datos de una tarjeta en particular para realizar un proceso de compra y, en el último paso, dar la operación de baja porque el límite no alcanza.

Tasas e impuestos

Antes del clic final para que quede formalizada nuestra compra, conviene revisar una vez más las fechas que seleccionamos y las condiciones del viaje con respecto a devoluciones, servicios a bordo (especialmente, en los pasajes de compañías low cost), etcétera.

Pero un ítem fundamental, que aparece a último momento, tanto en las aerolíneas como en las agencias de viajes: los impuestos y/o tasas que no siempre están incluidos en el precio mostrado. Por eso, hay que prestarle mucha atención al precio final del pasaje.

Alertas

Suscribirse a newsletters y recibir ofertas exclusivas a través del correo electrónico siempre suma y da buenas ideas. También se puede solicitar recibir alertas por debajo de determinado precio sobre un destino en particular.

Un dato para considerar, bien reiteradamente en la web de la compañía porque el sistema detecta la búsqueda reiterada y el precio sube.

Aeropuertos cercanos

Para los viajeros que tienen algo más de tiempo y energía, varias promociones aéreas salen desde aeropuertos ubicados en ciudades cercanas como Montevideo, Foz de Iguazú, San Pablo, Asunción o Santiago de Chile. A veces, desde Mendoza o Rosario hay propuestas interesantes. 

Aunque hay que sumarle el costo de llegar hasta esas ciudades, con un bus barato o usando las millas para un vuelo que nos lleve al lugar, resulta conveniente.

Los comparadores

El mismo vuelo puede variar según la línea aérea o la agencia de viajes. Por eso es bueno recurrir a los comparadores de precios como Turismocity o Kayak, donde se pueden chequear rápidamente los precios de los distintos proveedores para un mismo destino y la fecha de viaje. Así se puede ahorrar el tiempo que demandaría entrar por separado a la web de cada aerolínea y agencia de turismo.