Familiares de las víctimas y representantes de la comunidad judía participarán este miércoles de una ceremonia de homenaje al conmemorarse 24 años del atentado terrorista a la mutual AMIA en Buenos Aires, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.

La sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que fue reconstruida después del ataque cometido el 18 de julio de 1994, será el escenario del acto en el que también participará el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.

Como cada año, una sirena sonará a las 9.53 horas, la hora en que, según la investigación judicial, una camioneta cargada de explosivos estalló en el edificio de la mutual judía, en el populoso céntrico barrio de Balvanera.

El presidente, Mauricio Macri, no asistirá al acto, aunque lo harán en su representación la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Ayer, Macri recibió en su despacho a la cúpula de la AMIA. Por la mutual judía concurrieron su presidente, Agustín Zbar; el vicepresidente primero, Ariel Eichbaum; el secretario general, Darío Curiel; el tesorero, Alberto Chaieno, y el director ejecutivo de la institución y sobreviviente del atentado, Daniel Pomerantz.

El atentado a la AMIA, una institución que es el corazón social de la comunidad judía en Argentina, la más importante en América Latina, es el más grave cometido en el país. Fue el segundo ataque perpetrado en Argentina contra un objetivo judío. El 17 de marzo de 1992, una bomba destruyó la embajada de Israel en la capital del país ocasionando 22 muertos y más de 240 heridos.

Los responsables materiales e intelectuales del atentado a la AMIA continúan en libertad.

La Justicia argentina acusó a siete exfuncionarios iraníes, entre ellos el fallecido presidente Ali Rafsanyani y el exagregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires Mohsen Rabbani, además de a un libanés sospechoso de pertenecer a la milicia libanesa chiita Hizbolá. Para dar con ellos libró órdenes de captura a través de Interpol, pero que no tuvieron éxito aún.

El juez federal Rodolfo Canicoba Corral solicitó la semana pasada a los gobiernos de la Federación de Rusia y la República Popular China la detención y extradición de Ali Akbar Velayati, consejero del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei. Velayati está acusado del delito de “homicidio calificado doblemente agravado por haber sido cometido por odio racial o religioso y por un medio idóneo para causar un peligro común”.

Para el juez, durante su gestión como ministro de Relaciones Exteriores de Irán, entre 1981 y 1997, Velayati facilitó la logística de quienes ejecutaron el atentado. Durante una década la investigación del atentado estuvo a cargo de Alberto Nisman, el fiscal que murió en enero de 2015 de un disparo en la cabeza.