La empresaria y coleccionista de arte Amalia Lacroze de Fortabat, la mujer más rica del país, murió ayer, a los 90 años, por ‘causas naturales‘, según sus familiares. Falleció a las 6 de la mañana en su domicilio particular del barrio porteño de Palermo, acompañada por su familia.
La empresaria murió en el piso 12 del elegante edificio de la avenida Del Libertador 2960. Sus parientes y amigos, desde las 14, participaban en una ceremonia fúnebre privada en ese edificio, donde fueron recibidas múltiples ofrendas florales y desde donde está previsto que parta el cortejo a las 11.30 de hoy rumbo al cementerio del barrio porteño de Recoleta.
Amalia o “Amalita”, como era más conocida, nació en Buenos Aires el 15 de agosto de 1921 en el seno de una familia aristocrática. “Amalita” se crió en París, donde estudió francés e inglés, para luego retornar a la Argentina. En 1942 contrajo matrimonio con Hernán Lafuente, con quien tuvo a su única hija.
Cinco años después conocería al hombre que marcó su vida: Alfredo Fortabat, 30 años mayor y dueño fundador de la empresa cementera Loma Negra. En 1947 se casaron en Uruguay y ella pasó a acompañar a su flamante marido en sus viajes de negocios, interiorizándose sobre el manejo de la compañía.
En 1976, luego del fallecimiento de su marido, Amalita debió hacerse cargo de la empresa, heredando una de las fortunas más importantes del país. Bajo su mando, Loma Negra experimentó un gran crecimiento, transformando a su dueña en la mujer más rica del país, lo que le valió varias menciones en la prensa internacional.
Durante la dictadura militar, Loma Negra multiplicó sus ganancias por haber sido elegida para suministrar cemento para la construcción de autopistas y estadios.
“Amalita”, como era tratada por sus íntimos y como quedó en el habla popular, se acercó a la política durante la Presidencia de Carlos Menem, quien la designó ‘embajadora extraordinaria de la República Argentina‘.
En 2005, a los 84 años, Amalia Fortabat vendió Loma Negra al grupo brasileño Camargo Correa, al tiempo que el entonces presidente Néstor Kirchner le retiró el cargo de embajadora que le había concedido Menem.
En paralelo, desarrolló una pasión por el arte que la llevó a presidir el Fondo Nacional de las Bellas Artes y a la creación de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, donde acuñó una de las más grandes colecciones de arte privado de América latina. En 2001 finalizó la construcción del Museo Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, ubicado en Puerto Madero, que alberga aproximadamente 400 obras de arte que la empresaria poseía como coleccionista.
