El incendio en el depósito que la empresa Iron Mountain tenía en el barrio porteño de Barracas, donde ocho bomberos y dos rescatistas murieron aplastados, fue intencional, según concluyeron peritos de la Policía Federal tras analizar los restos de las estructuras que se derrumbaron el 5 de febrero de 2014.
La fiscal Marcela Sánchez, a cargo de la Fiscalía 37, informó ayer en un comunicado que las pericias determinaron que el fuego se inició por dispositivos colocados en cajas de cartón y que se utilizó combustible para acelerarlo. “Se encontraron rastros de sustancias combustibles y se estableció que el foco del fuego se produjo por dispositivos colocados al efecto, ya que también se encontraron restos de conductores y transformadores de energía, que no se correspondían con partes de equipos del lugar”, precisó.
La fiscal afirmó que los peritajes estuvieron a cargo de la División Siniestros de la Policía Federal y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), e indicó que todavía faltan los resultados de los análisis encargados a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
“Los peritos concluyeron que el fuego comenzó entre los depósitos números 7 y 8 aproximadamente, a 7 metros de la línea de edificación de la calle Benito Quinquela Martín”, añadió a través de comunicado publicado en la página web del Ministerio Público.
El 5 de febrero de 2014, tras iniciarse el siniestro, el fuego se propagó por el depósito de la empresa y provocó el derrumbe de una pared que cayó sobre un grupo de bomberos. El siniestro destruyó miles de documentos de empresas que utilizaban el lugar como depósito, entre ellas los bancos Patagonia y HSBC, La Caja Seguros, Jumbo y Quilmes. DyN
