Otro accidente doméstico, que derivó en un esguince del tobillo izquierdo, sobresaltó ayer a la presidenta Cristina Fernández, y a su entorno, en su residencia de Río Gallegos en la provincia de Santa Cruz donde había viajado para pasar la fiesta de Navidad y feriado extra largo. Pero, ante la falta de un tomógrafo o resonador para realizarle la resonancia magnética requerida en estos casos, la jefa de Estado emprendió viaje hacia Buenos Aires para su mejor atención.

Según la agencia OPI Santa Cruz, la Presidenta primero fue trasladada al Hospital Regional de Río Gallegos donde fue atendida de urgencia y sacada de allí en silla de ruedas. Minutos después de las 18h, la Honda CRV de Máximo Kirchner, junto a dos camionetas de la custodia presidencial arribaron al nosocomio. De acuerdo a fuentes internas del hospital consultadas por OPI, Cristina fue ingresada por la guardia de calle 25 de Mayo, tras un operativo que intentó disimular su llegada, quien accedió directamente a la sala de rayos donde le hicieron una placa y se determinó +esguince menor de tobillo izquierdo+.

+La cara de Cristina estaba transfigurada relató uno de los ocasionales testigos de su ingreso tenía anteojos negros y destilaba bronca+, le dijo a nuestro cronista. En ese momento, a Máximo le informaron que no podrían hacerle una resonancia magnética, debido a que ni el Resonador ni el Tomógrafo, funcionan en el hospital.

Cuando faltaban pocos minutos para las 19h, la mandataria fue retirada del HRRG en una silla de ruedas, mientras que familiares y custodias empacaban en su casa de calle Villarino. Desde las 19 el Tango 01 permanecía con sus turbinas encendidas a la espera del pasaje. A las 19,40 CFK fue bajada en silla de ruedas en el aeropuerto y la máquina presidencial con toda la familia despegó a las 19,53h. Un fuerte operativo de seguridad desplegado por la PSA, impidió a la prensa transpusiera la última rotonda antes del acceso a la terminal aérea. Se esperaba su arribo a Capital sobre las 23.

De acuerdo a las fuentes médicas consultadas, la lesión ocurre en el mismo pie que se fracturó en marzo del 2014. La falta de elementos para determinar concretamente el grado de la misma, hizo que la Presidenta desistiera volar a El Calafate y el T-01 se fue rumbo a Buenos Aires, donde se someterá a una resonancia magnética y otros tipos de estudios médicos.