Buenos Aires, 21 de octubre.- Cuatro muertos y por lo menos un centenar de heridos es el saldo de un tornado que se registró en la localidad de Pozo del Tigre, en el centro oeste del territorio, donde la situación estaba bajo control.
El vendaval derrumbó casas, provocó la caída de postes telefónicos y conductores de electricidad y dejó a un número indeterminado de familias sin hogar.
Una de las primeras medidas adoptadas tuvo que ver con la habilitación de escuelas como centros de evacuados y la búsqueda de alternativas para que sea rehabilitado el servicio de abastecimiento de agua potable.
No ocurrirá lo mismo con la electricidad porque se verificó la caída de doscientos postes y el corte de las líneas conductoras.
"No podemos cuantificar la magnitud de los daños porque hemos priorizado la asistencia a las víctimas", dijo el ministro de Gobierno de la provincia, Jorge Abel González, quien confirmó la muerte de cuatro personas y la existencia de decenas de heridos, muchos de ellos con fracturas en los miembros inferiores y superiores o traumatismos de cráneo.
Se organizaron equipos médicos en el hospital lugareño y en los de Las Lomitas e Ibarreta, que son de mayor complejidad y hacia donde fueron derivados los heridos que más preocupan.
