En el arranque oficial de su campaña como precandidato a presidente, Alberto Fernández se remitió a la típica frase "vamos a volver" y dijo: "Me encanta la consigna 'vamos a volver' porque nos llena de fuerza y ganas y se necesita mucha fuerza para convencer a otros argentinos. Pero, ¿para qué vamos a volver? Vamos a volver para ser mejores".

"Tenemos que sumarle el 'ser mejores' a la consigna. Alguno que sepa de jingles, ocúpese", dijo entre risas, y disparó: "La verdad que ser mejores que [Mauricio] Macri no cuesta nada. El desafío está en ser mejores de lo que fuimos, definitivamente".

Fernández eligió Santa Cruz-un bastión del kirchnerismo- para inaugurar su campaña electoral . Reflexivo, dijo: "A nosotros no nos puede pasar desapercibido que perdimos tres elecciones seguidas y que hay algo que no estamos sincronizando con alguna parte de la Argentina. Tenemos que revisarlo".

El ahora compañero de fórmula de Cristina Kirchner enfatizó, entonces, en la necesidad de que los argentinos se unan. "Quiero que demos vuelta la página, que entendamos que hay que construir el país que se ha destruido, es el país nuestro, es el país de nuestros hijos y de nuestros padres", dijo, y agregó: "Saldremos a convocar a todos, olvidémonos el tiempo que cada uno tiraba para su lado, tiremos juntos. Es un futuro con Alberto, es un futuro con Cristina, es un futuro con todos".

Además, el representante de Unidad Ciudadana contó que le causa gracia que le digan que es "el Cámpora de Cristina". "Es muy raro lo que pasa porque hace una semana atrás yo tenía un extraño poder que hacía que Cristina escriba libros y que se disfrace de una persona buena que no era. Me daban un poder y repentinamente ese poder desapareció y me convirtieron en un tarado obediente. La verdad que no lo entiendo".


 

Y siguió: "Ninguna de las dos cosas son ciertas. Nunca la convertí a Cristina en nada. Ustedes lo saben. Cristina es Cristina y nadie puede cambiarla. Y tampoco yo soy un tipo obediente, y también lo sabe Cristina, no se lo voy a explicar".

En tercera persona y bromeando con el parecido que esta forma de hablar tiene con la oratoria de Diego Maradona, Fernández explicó: "A Cristina y a Alberto les pasó lo mismo que a miles de argentinos, un día se pelearon por la política. La diferencia es que Cristina y Alberto salían en los diarios".

"Yo he recuperado una amiga y no saben lo contento que eso me pone", confesó, tras decir que Cristina maduró y también reflexionó sobre lo que ocurrió en el pasado y lo que pasa hoy en el país. "Alberto y Cristina volvieron a construir el equipo que una vez fue".

Además, el precandidato a presidente contó que le da mucha tranquilidad que ella lo apoye y agregó que quien pretenda que no escuche a Cristina "está loco". "Es el centro político de la Argentina", describió, ante los aplausos de los presentes. "Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo y empezar a convocar a todos. La Argentina que se viene necesita de todos".

"Cuando nosotros llegamos en 2003, justo es reconocer que Duhalde había levantado el incendio. Nosotros teníamos que levantar una nueva Argentina sobre las cenizas pero alguien se había ocupado de apagar el incendio. Esto no es poca cosa, esto es muy importante y la historia tiene que reconocérselo a [Eduardo] Duhalde ", dijo Fernández, y destacó: "Esa reconstrucción difícilmente se hubiera podido hacer sin Néstor ".