Alberto Fernández regresó al país después de la gira internacional que estuvo marcada por su descompensación en Indonesia. El mandatario tenía previsto descansar el fin de semana largo en la quinta de Olivos y luego someterse a estudios médicos. Sin embargo, en las últimas horas, el Gobierno confirmó que se hará una endoscopía este sábado en el Sanatorio Otamendi. Para eso, llegó hasta mañana minutos antes de las 11 al centro de salud.

En un comunicado de la Unidad Médica Presidencial, firmado por su titular Federico Saavedra, se precisó que el Presidente será sometido a “controles endoscópicos” luego de “haber padecido un sangrado digestivo por una gastritis erosiva”. La Unidad Médica se comprometió a mantener “informada a la opinión pública de la evolución de la salud del primer mandatario”.

Fernández volvió al país luego de ocho días de viaje por Francia e Indonesia -y una breve escala en España-, en una gira que quedó signada por el impacto que generó la descompensación que sufrió y el diagnóstico posterior. El foco quedó allí luego de que el mandatario se desmayara en la mañana del martes (medianoche argentina) en la paradisíaca isla de Bali, a la que llegó para participar del G-20. Reemplazado por Santiago Cafiero, canciller y uno de sus hombres de mayor confianza, Fernández solo pudo dar presente en las reuniones con el presidente chino, Xi Jinping y con la titular del FMI, Kristalina Georvieva. El resto de la agenda quedó suspendida, detalla La Nación.

Se trató también de los dos encuentros más celebrados por la comitiva argentina, por los resultados que obtuvieron en ambos. En la reunión con el líder chino -a la que Fernández concurrió directo desde el Sanglah General Hospital, adonde fue atendido- consiguió una respuesta al pedido de ampliación de los swap, lo que le da al país la posibilidad de ampliar las alicaídas reservas del Central.

En tanto que en el caso del FMI la noticia celebrada por Argentina fue la promesa de un nuevo tratamiento de los sobrecargos y la posibilidad de que se analice el impacto de la guerra en Ucrania, en la economía local. “Hizo un esfuerzo sobrehumano para ir a lo de Xi Jinping”, dirían horas después desde su comitiva para agregar luego: “Se necesitaba esa plata y Alberto hizo todo por ir. Si no iba él, se cancelaba”, completaban.

La salud de Fernández abrió interrogantes también sobre cómo continuará su rutina, ya que él mismo habló del estrés como uno de los factores detrás de su cuadro. “El estrés y los nervios tienen mucho que ver, los médicos me pidieron que pare, a la vuelta haremos estudios más cuidadosos”, aseguró este miércoles tras el incidente. En sus planes inmediatos está un viaje a México, invitado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo que ahora está sujeto a revisión médica.

Entre los miembros de su comitiva, que recién avanzado el miércoles volvieron a mostrarse más tranquilos con el tema, había coincidencia en creer que lo sucedido es un llamado de atención. En ese sentido, si bien había quienes destacaban que Fernández se hace los chequeos médicos de forma anual, otros creen que su rutina diaria, que dista de ser relajada, impactó fuerte en él. “El poder es desgastante, todos los presidentes tuvieron problemas de salud durante sus gestiones”, decían.

Varios también aludían a la contradicción de que incluso en los días previos lo habían visto mejor que en otros tiempos, por la dieta que le había permitido bajar 10 kilos. “Venía cuidándose lo más bien, por eso nos sorprendió mucho también”, detallaban. Incluso la misma mañana de la descompensación lo habían visto bien. Fernández venía de días positivos en París, en los que consolidó su relación con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien lo invitó para participar del Foro por la Paz, que se realizó el 11 y 12 en esa ciudad.

Fuente: Los Andes