Después de varios días de idas y vueltas, con hasta una rotunda negación por parte de su jefe de Gabinete, finalmente el presidente Alberto Fernández entró en sintonía ayer con la propuesta lanzada por la vicepresidente, Cristina Fernández, sobre una eventual reforma del sistema de salud.

En el acto de presentación del proyecto de ley del Ejecutivo nacional que busca jerarquizar a los enfermeros como profesionales de la salud, el Presidente afirmó: "Debemos ver cómo optimizamos y coordinamos el funcionamiento del sistema público, las obras sociales y los privados".

"La Argentina tiene un sistema de salud singular en el mundo, donde convive el sistema público, el parapúblico y los privados, y que en un momento difícil como la pandemia han sabido afrontar el desafío y han funcionado", aseveró el mandatario al encabezar un acto en el Museo del Bicentenario donde les agradeció "de corazón" la tarea que desarrollan los enfermeros en el marco de la pandemia.

Sin embargo, insistió en que la pandemia dejó en evidencia la crisis sanitaria y la necesidad de coordinar el funcionamiento de todo esto. "Ya lo habló Cristina (Kirchner) días atrás en La Plata, tenemos que ver cómo todo esto lo podemos mejorar a partir de la experiencia de vida", enfatizó.

Fue la primera vez que el Presidente compartió y apoyó en público el plan de la vicepresidente de estatizar el sistema de salud con un plan que le encargó a "La Cámpora".

La iniciativa, de la que aún no se reveló ningún detalle, ya cuenta con el aval de funcionarios, legisladores y sindicalistas se mostraron a favor de dialogar con los distintos sectores del sistema de salud para "clasificar los problemas" del área y explicaron que pretenden que la integración que se está haciendo "forzadamente por la pandemia", se pueda hacer en forma "planificada" y "organizada".

En ese sentido se pronunciaron ya la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan; la ministra de Gobierno de ese distrito, Teresa García; el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Pablo Yedlin; y el secretario general del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, entre muchos otros líderes sindicales. Pero también cosechó un fuerte rechazo por parte de hospitales y clínicas privadas y prepagas.

"Debemos hacer esto porque un Estado que no se preocupa por la salud de sus hombres y mujeres es un Estado que no merece existir", insistió Fernández, al tiempo que reconoció "el esfuerzo que han hecho médicos y enfermeros" tanto del sistema público como del privado.

Cabe destacar que el gasto de salud en la Argentina equivale a casi 10 puntos de su PBI. Es el valor más alto en América latina y está al nivel del de países desarrollados, aunque las prestaciones no reflejan esa inversión.

El problema pasa por la distribución de esos recursos. A partir de la desregulación del sector en la década del "90 se produjo un fenómeno conocido como descreme, donde los que más ganan y los pacientes más jóvenes se volcaban por la medicina prepaga, mientras que las obras sociales y el sistema público debían hacerse cargo de los enfermos y los más viejos, expulsados del privado, y por los trabajadores de bajos ingresos, una fórmula que hace caer la recaudación y aumenta los gastos. El resultado de esa combinación son hospitales desbordados y sindicatos fundidos que sobreviven por los millonarios aportes del Estado nacional.

Los impulsores de la reforma advierten que el objetivo no es desplazar a los sindicalistas de la conducción de las obras sociales sino ayudarlos a que funcionen mejor.

Cristina busca una normativa que regule la distribución del gasto en salud y de las prestaciones que corresponden a cambio, por un lado, y una mayor articulación de los subsistemas público y social para fortalecer la medicina solidaria antes que la que tiene fines de lucro.

El Presidente afirmó que se "debe optimizar el funcionamiento del sistema público, obras sociales y privados".

Los ejes del proyecto para más enfermeros


Entre los ejes del proyecto que presentó el Presidente se dará carácter de Ley al Programa Nacional de Formación de Enfermería en la órbita del Ministerio de Educación, según los lineamientos del Consejo Federal de Educación; se promoverá el acompañamiento en la profesionalización de los auxiliares de enfermería que actualmente integran el sistema de salud, tanto público como privado, para que validen sus conocimientos y puedan acceder a tecnicaturas y licenciaturas. También, contempla el otorgamiento de incentivos y aportes económicos a la formación mediante becas y la provisión de instrumentos y equipamiento para la capacitación en enfermería, entre otras herramientas. El Presidente dijo que en los 500 días que lleva la pandemia se han "pasado momentos muy difíciles" y los trabajadores de la Salud "la deben haber pasado particularmente mal y fueron siempre los que estuvieron al frente de la batalla poniéndole el pecho al virus". "A cada uno de los enfermeros y enfermeras de esta Patria gracias de corazón", reiteró. Y continuó: "En esta pandemia, la estadística mostró que la falta que hace el personal de enfermería que auxilia a los médicos es muy grande y estamos lejos de alcanzar el número razonable".

El Vaticano envió a la Argentina 5 respiradores


El Vaticano envió cinco respiradores a Argentina, dentro de una serie de ayudas a países de todo el mundo, informó a Télam el responsable de la Limosnería Apostólica, el cardenal polaco Konrad Krajewski.

La donación de respiradores, enmarcada dentro de un plan de envíos que también incluyó material a Chile, Brasil, India, entre otras nacionales, será canalizada a través de la Nunciatura Apostólica, embajada vaticana en el país.

"La Limosnería Apostólica donó respiradores a países necesitados", informó luego el sitio oficial de noticias del Vaticano, antes de precisar que "los envíos se realizaron este 17 de junio, por vía diplomática.

En detalle, la ayuda incluye envíos de "6 equipos a Brasil, 5 a Colombia, 5 a Argentina, 4 a Chile y 3 a Bolivia. Asimismo, se enviaron 6 equipos a la India, 4 a Sudáfrica, 3 a Siria y 2 a Papúa Nueva Guinea".

"Mientras procede intensamente la campaña de vacunación en los países más ricos, la emergencia sanitaria permanece aún fuerte en muchas zonas del mundo más pobres", explicó el artículo sin firma en el portal Vatican News.

Según el sitio oficial, "la labor de la Limosnería Apostólica no se detiene", en referencia al trabajo del ente encargado del cuidado y las ayudas a pobres, refugiados y personas necesitadas en Roma y en el mundo, "y continúa poniendo todos sus esfuerzos en ayudar a los más necesitados". "Tal es así que, este 18 de junio, tras haber comprado otra producción de respiradores pulmonares, los envió, junto a otro material médico-sanitario, a algunos países necesitados". "El envío se realizó a través de correo diplomático y llegarán a las respectivas Nunciaturas que proveerán a distribuirlos a los centros hospitalarios por ellas identificados", planteó el Vaticano.