Al cierre de la Cumbre de las Américas, donde se transformó en las voz latinoamericana, el presidente Alberto Fernández firmó ayer la declaración final que supondrá el mayor plan de la región para ordenar el flujo migratorio de países latinos, que afecta al sur de los Estados Unidos -ver nota vinculada-.

Pero, antes de participar de la última jornada de la cumbre de Los Ángeles (EEUU), Fernández brindó una conferencia de prensa en la que confirmó que su gobierno " no va a acotar gastos en el tema social". En cuanto a la caída de los bonos de deuda argentina y la fuerte suba del riesgo país, Alberto espera que todo pueda irse "ordenando paulatinamente".

El Gobierno nacional rechaza la posibilidad de "acotar gastos en el tema social", aseguró ayer el presidente Alberto Fernández tras la primera revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) por la reestructuración de la deuda por U$S 44.000 millones contraída durante la gestión de su antecesor Mauricio Macri.

"No estamos pensando en acotar gastos en el tema social", dijo el presidente Alberto Fernández en una conferencia de prensa ofrecida en el Hotel Marriot a los periodistas argentinos que cubren la IX Cumbre de las Américas, y donde se aloja la comitiva nacional.

El FMI y el Gobierno argentino llegaron esta semana a un acuerdo a nivel técnico al cumplirse "todos los objetivos cuantitativos del programa en el primer trimestre" de 2022 y, una vez que la revisión pase por el directorio del organismo, la Argentina recibirá unos U$S 4.100 millones.

Ambas partes acordaron que los objetivos anuales se mantendrán, específicamente los relacionados con el déficit fiscal primario, el financiamiento monetario y las reservas internacionales netas.

En ese sentido, Fernández manifestó que Argentina tiene un crecimiento "realmente muy importante" y, por lo tanto, no quiere "que ese ritmo se frene o se desacelere".

"La Argentina crece y ese crecimiento demanda dólares para los insumos y, a pesar de que las exportaciones crecen mucho, por momentos se vuelven insuficientes para la cantidad de dólares que reclaman o se necesitan en la industria", explicó el mandatario, y añadió: "Es algo que vamos a ir corrigiendo poco a poco".

Fernández contó que el Fondo Monetario Internacional dijo que es necesario "recalibrar todo por la inflación que se ha dado en los alimentos en todo el mundo".

En ese marco, completó que se trata de un "tema de preocupación en el mundo, por lo tanto cualquier acción de recalibración que tengamos que hacer sobre lo que hemos programado tiene más que ver con una iniciativa del Fondo y que por supuesto compartimos".

En otro orden, con referencia a la baja en la cotización de los bonos argentinos que sufrieron un duro golpe, y la suba del riesgo país, Fernández lo atribuyó a que "por esta época esto podía pasar porque muchas empresas se desprenden de títulos para cumplir con obligaciones".

En los últimos días los bonos en dólares, tanto la legislación local como extranjera, registraron bajas generalizadas y el riesgo país superó los 2.000 puntos.

"Hablé ayer (por el jueves) con los dos", afirmó en referencia al ministro de Economía, Martín Guzmán; y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce "y otra vez esta mañana (por ayer)" sobre ese tema.

"Nosotros esperábamos que por esta época esto podía pasar porque muchas empresas se desprenden de títulos para cumplir con obligaciones", señaló.

"Creo que la cosa se va a ir ordenando paulatinamente y obviamente seguiremos de cerca el tema para monitorearlo y para intervenir si es necesario", advirtió.

  • Dos minutos mano a mano con Bolsonaro

Alberto Fernández comentó ayer que la noche del jueves dialogó informalmente con su colega de Brasil, Jair Bolsonaro, y reveló que la "integración energética" fue uno de los asuntos que estuvo presente en la conversación.

"Ayer, el presidente Bolsonaro me vio en el hall de entrada antes de pasar a la reunión; estábamos haciendo tiempo para pasar a la reunión, se acercó muy amablemente, me saludó, hablamos un ratito de fútbol y después me habló de su preocupación por el tema energético, sobre de qué modo podemos trabajar en la integración energética", dijo ayer el mandatario argentino en la conferencia de prensa.

Sobre este último punto, el jefe de Estado le señaló que "las posibilidades eran muy concretas, porque ya parte de la energía eléctrica que hoy entra a Argentina" es traída de Brasil "a un mínimo precio".

"Yo se lo agradecí. Le dije que queríamos seguir con eso, le expliqué en qué estado estábamos con el gasoducto, él me preguntó si íbamos a hacer las plantas de licuefacción y le dije que sí, pero que a ellos les convenía importar gas natural, que es mucho más barato", explicó Alberto.

En ese sentido, Fernández le contó que si se desarrolla el gasoducto de Vaca Muerta se podrán ahí "ingresar mucho gas a Brasil". "Quedamos en seguir hablando. Honestamente es la primera vez que hablo más de dos minutos con el presidente Bolsonaro, un poco más largamente", reconoció Alberto.


El G-7 y la guerra

En la tercera y última reunión plenaria de la IX Cumbre de las Américas, en el Convention Center de Los Ángeles, Alberto Fernández planteó ayer que la reunión del G-7 ampliada que se realizará a fin de mes en Alemania "es una oportunidad para poner un norte y generar un ámbito para terminar la guerra en Ucrania".

  • Un megaplán para desalentar el flujo migratorio

 

El karma de la Casa Blanca. Según cifras de abril, unos 7.500 migrantes irregulares intentan cruzar a diario la frontera sur de EEUU con México.

Más oportunidades para la inmigración legal y, a cambio, compromiso para devolver a los inmigrantes irregulares a sus países de origen. Este es el eje principal del acuerdo final de la Cumbre de las Américas que firmaron ayer en Los Ángeles, el país anfitrión, EEUU y países de la región que participaron del encuentro, un total de 20, entre ellos, Argentina.

El primer compromiso es promover el desarrollo de los países de origen para desincentivar la migración, evitando así refugiados y exiliados. El eje principal será la cooperación económica para mejorar las oportunidades en los países más pobres; inversión privada y financiación de organismos multilaterales, mejora de los sistemas sanitarios y toda una serie de propuestas para que haya menos gente dispuesta a emigrar.

Estados Unidos quiere, además, apoyar a los países de la región que acojan refugiados para que la población se asiente y se reduzca la inmigración de segunda ronda, como está ocurriendo con numerosos acogidos venezolanos en Colombia que buscan continuar a EEUU.

Concretamente, Colombia ha regularizado a más de 1,2 millones de refugiados y emigrantes venezolanos y reafirma su compromiso de elevar esa cifra a 1,5 millones para finales de agosto de 2022. Costa Rica planea renovar el régimen especial de protección temporal complementaria para los migrantes de Venezuela, Nicaragua y Cuba que hayan llegado antes de marzo de 2020, siempre que se obtengan los recursos financieros necesarios. Ecuador asume también compromisos de extender la regularización de inmigrantes venezolanos. Belice pondrá en marcha en agosto de 2022 un programa para regularizar a los migrantes centroamericanos y de la Comunidad del Caribe (Caricom) que lleven un tiempo determinado viviendo en el país.

EEUU destinará 314 millones de dólares a la asistencia de refugiados y migrantes vulnerables en todo el hemisferio, incluyendo ayuda para los más de seis millones de venezolanos que se han desplazado a 17 países de la región. Otros 25 millones de dólares serán para impulsar los procesos de registro, la ampliación de los servicios sociales y los programas de integración en países que asuman esos compromisos. México duplicará los permisos de trabajo fronterizos, alcanzando hasta 30.000 guatemaltecos. Guatemala aprobará, por su parte, una nueva legislación para promover programas de migración laboral legal y Canadá abrirá sus fronteras a 50.000 trabajadores del sector agrícola, según detalla el texto.