Uno de los aspectos clave que se busca eliminar con la firma del acuerdo es la rebaja del Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), que afectaba a las provincias.

Además, el pacto fiscal contiene un punto controversial para Larreta: establece un pla­zo de dos años antes de poder ac­cio­nar an­te la Cor­te o re­cla­mar por cuestiones vinculadas por la Co­par­ti­ci­pa­ción. Si bien la Rosada está dispuesta a reducirlo a un año, desde la Ciudad quieren que directamente se elimine como una condición para su firma.

Si avanza la estipulación de un plazo, el jefe de Gobierno porteño debería cancelar la presentación judicial que hizo por la quita de recursos, hasta tanto se cumpla el tiempo pautado.

También cuestiona que el proyecto obliga a mantener la exención del impuesto sobre los ingresos brutos a las Leliqs y el Gobierno porteño se mantiene firme en no ceder en ese punto. 

En el encuentro, el Presidente espera poder avanzar con la firma del pacto fiscal que dé por terminado el acuerdo alcanzado durante la gestión de Macri. Fernández lo suspendió apenas asumió.

Ese primer consenso había sido firmado en 2017 por el entonces presidente y 19 gobernadores y uno de los aspectos clave era la rebaja del Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB). Luego había sido modificado a partir de la crisis de 2018 y finalmente suspendido en diciembre de 2019 con el aval del conjunto de los mandatarios provinciales.

Esta suspensión rige hasta el 31 de diciembre de 2020 y por eso la urgencia de Fernández de avanzar en un nuevo acuerdo que reemplace el anterior.

Hasta ahora, todos los gobernadores peronistas acompañan el proyecto, mientras el Gobierno nacional termina de cerrar la negociación con los mandatarios de la oposición que, descartan, dará un resultado positivo. Restará entonces ver qué decisión adopta en las próximas horas el jefe de Gobierno porteño.