En Recoleta. Alberto y Cristina, los vencedores de las elecciones, se reunieron ayer en el departamento de Recoleta de la expresidente.

El presidente electo, Alberto Fernández, y su compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner, se reunieron ayer por la tarde para definir el Gabinete, ante la presencia de Máximo Kirchner, que puede tener un lugar clave en la Cámara de Diputados.

Fernández y la vicepresidente electa se dieron cita en el departamento que la exmandataria tiene en el barrio de Recoleta (Ciudad de Buenos Aires) para delinear el armado del próximo gobierno, confirmaron a la agencia oficial de noticias Télam fuentes del Frente de Todos.

De esa reunión participó también el diputado Máximo Kirchner, hijo de Cristina y referente de La Cámpora, y sobre quien se auspicia un rol protagónico en la bancada del peronismo. La cita, que sorprendió por tratarse de un día feriado, tuvo lugar después del regreso de Fernández de Kirchner de Cuba, donde estuvo dos semanas para visitar a su hija Florencia, quien se encuentra bajo un tratamiento de salud.

Tras finalizar el encuentro, el presidente electo confirmó que "el Gabinete está básicamente definido".

En el intercambio entre ambos no sólo se abordaron los nombres para el próximo Gabinete, que ya tienen "casi cerrado" -según indicaron a Télam fuentes del albertismo-, sino que además se delineó el esquema para los bloques legislativos del Frente de Todos.

Así, a la presidencia de Sergio Massa de la Cámara de Diputados podría sumarse la titularidad de Máximo Kirchner (fue reelecto) del interbloque que el peronismo conformaría en la Cámara Baja, según Télam.

La posibilidad de que el hijo de la expresidente sea designado jefe del bloque de diputados cobró peso desde que comenzó a especularse con una eventual convocatoria a Agustín Rossi, actual titular de esa bancada, para el Ministerio de Defensa, cargo que ocupó entre 2013 y 2015, en el segundo mandato de Fernández de Kirchner.

Para el Senado, las negociaciones serían más complejas porque todavía no está definido que las distintas expresiones del peronismo confluyan en un interbloque.

Sin embargo, uno de los avances en este esquema sería la unción de la senadora Anabel Fernández Sagasti, excandidata a gobernadora de Mendoza, como presidenta del bloque. Fernández Sagasti, exponente de La Cámpora, contaría con el respaldo de la exjefa de Estado.

Otros dirigentes que estarían cerca de ser confirmados en el futuro Gabinete serían Daniel Arroyo, para la cartera de Desarrollo Social y Santiago Cafiero, para la Jefatura de Gabinete.

El encuentro en el departamento de Fernández de Kirchner fue negado durante gran parte de la tarde por voceros del Frente de Todos, quienes esbozaron el argumento de que el presidente electo se encontraba de descanso en una localidad del conurbano bonaerense. Además, el propio equipo de comunicación del mandatario electo insinuó no haber estado al tanto de la cita.

Desde la gestualidad del poder, que el presidente electo se haya trasladado hasta el departamento de su vice, no es un tema menor. El encuentro generó tensión política y se intuye como el primer acto de una dialéctica entre ambos.

Alberto todavía no terminó de confirmar al Gabinete, aunque ya se filtró la mayoría de los nombres. Pero la mayor incógnita sigue estando en Economía y en la conducción de la petrolera estatal, un tema que Cristina viene siguiendo de cerca.

Para ambas posiciones se menciona a Guillermo Nielsen. Fuentes al tanto de las negociaciones afirmaron que por lo menos antes del encuentro de ayer, Nielsen se encaminaba a asumir una suerte de Ministerio de Finanzas, que podría contener o no Hacienda, pero que tendría como desafío renegociar la deuda externa.

El presidente electo y su compañera de fórmula no se veían desde el jueves 31 de octubre (hace 18 días), un día antes de que ella partiera rumbo a Cuba.