El conflictivo y fugaz paso del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, que fue destituido ayer tras un escándalo amoroso, abrió la puerta para que el presidente Alberto Fernández insista con proponer para el cargo a un candidato argentino. La idea también puso en alerta al ministro de Economía, Sergio Massa, que sueña con echar raíces en el banco más importante de la región.

Cuando se inició la carrera por la presidencia del BID en 2020, Alberto había postulado a Gustavo Béliz que no tuvo chances frente al candidato de EEUU, pero logró sentarse en la Asamblea del banco. Y ahora, el Presidente y Massa mueven los hilos para tener revancha.

En la Asamblea de gobernadores del BID están representados los 48 países miembros del banco: EEUU, Canadá y América latina, varios países europeos, Japón, Corea del Sur y China.

Claver-Carone fue despedido luego de un escándalo ético que evaporó todo su respaldo político y le puso punto final a su gestión al frente del BID cuando todavía le quedaban tres años de mandato. Una caída anticipada, inédita y abrupta que abre una nueva carrera para elegir a la persona que lo reemplazará y liderará el principal banco de desarrollo regional, un cargo altamente apetecible para cualquier país y que seduce, especialmente, al mandatario argentino que no dejó pasar oportunidad para criticar al gobierno de los EEUU por romper una tradición: hasta la asunción de Claver-Carone, los presidentes del BID siempre provenían de países latinos ya que se reservaba para EEUU, la presidencia del Banco Mundial. Pero en el último suspiro de su mandato, el presidente de EEUU, Donald Trump, presentó su propio candidato y presionó para obtener el voto del resto de los países miembros para sentar al frente del BID a Claver-Carone en septiembre de 2020.

Tras el escándalo, el actual presidente de los EEUU, Joe Biden, ya anticipó que se desiste de la competencia y dejará el cargo para un latino y Argentina ve abrirse una chance.

Los gobernadores del BID votaron ayer la destitución del presidente Mauricio Claver-Carone luego de que la investigación mostró que el único presidente estadounidense en los 62 años de historia de la entidad tuvo una relación íntima con una subordinada. Además, se supo que le subió varias veces el sueldo a su amante para tenerla contenta.

Frente a los hechos consumados, y cada uno por su lado, Alberto y Massa ya utilizaron sus contactos en la Casa Blanca y la Secretaria del Tesoro de los EEUU para garantizar que los créditos concedidos a la Argentina no queden atrapados en el laberinto de la burocracia en este contexto. Pero la Casa Rosada va por más.

En un escenario estratégico que se construye con la llegada que tiene Massa en la Secretaria del Tesoro y el Ala Oeste de la Casa Blanca, más las relaciones diplomáticas que Alberto construyó desde la CELAC y su vínculo personal con su par de México, Andrés López Obrador, se permite soñar. El voto de México y el de Brasil serán clave para definir quién ocupará el lugar de Claver-Carone

Alberto y Massa ya están calculando las posibilidades de acceder a la jefatura de un banco clave para América Latina. El as para negociar es la estrategia de contención que diseñó Biden para aplacar el avance regional de China.

Presidenta interina

La vicepresidenta ejecutiva del BID, Reina Irene Mejía Chacón, fue confirmada ayer en Washington como nueva presidenta interina del organismo hasta que se elija al nuevo jefe luego de que se confirmara el apartamiento de Mauricio Claver-Carone de su cargo.