En el marco de una multitudinaria movilización las cinco centrales sindicales dieron ayer un mensaje claro hacia la concreción de la reunificación gremial el 22 de agosto venidero, y una señal inobjetable en defensa del empleo al advertir que si el Gobierno veta la ley de emergencia ocupacional que está debatiendo el Congreso, convocará a un paro general.
En el acto más importante del sindicalismo de la última década, se congregaron en un mismo escenario Hugo Moyano (CGT Azopardo), Pablo Micheli (CTA Autónoma), Antonio Caló (CGT Alsina) y Hugo Yasky (CTA de los Argentinos) para reclamarle al gobierno de Mauricio Macri por mejoras salariales, la eliminación del impuesto a las ganancias, los despidos y un aumento extra de haberes para los jubilados en un documento consensuado previamente.
La movilización, que los organizadores estimaron en más de 350.000 personas se desarrolló en absoluta calma, aunque por su magnitud fue un caos para el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires, copada con micros y bombos. Tras encontrarse en la sede de la Azopardo 802, Moyano, Antonio Caló, Hugo Yasky y Pablo Micheli, a las 15.30 todos ellos se dirigieron al palco central.
El que decidió bajarse a última hora fue el gastronómico, Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca por la participación y adhesión del Partido Justicialista (ver página 25).
Las tres centrales cegetistas -aunque sin Luis Barrionuevo- y las dos fracciones de la CTA no sólo olvidaron por una tarde sus viejas rencillas, sino que también se permitieron excluir al PJ y al kirchnerismo de la vidriera del acto, al no darles lugar ni en el escenario principal ni en los palcos ubicados a los costados, con la sola excepción del Movimiento Evita y algunos referentes aislados.
Previo al acto, el presidente Mauricio Macri aseguró que está ‘trabajando en la misma agenda‘ que las centrales obreras y remarcó que ‘todo el mundo tiene derecho a expresarse‘. En conmemoración del Día del Trabajador, el Presidente participará mañana de un almuerzo en un centro cultural del Sindicato de los Gastronómicos, que conduce Luis Barrionuevo, el único que no participó de la manifestación.
Debajo del estrado siguieron el encuentro dirigentes del PJ nacional y bonaerense como Daniel Scioli y Fernando Espinoza, mientras que José Luis Gioja prefirió no participar a pesar que había adelantado que sí lo haría.
‘Esto no es en contra de nadie, es a favor de los trabajadores. Y el que se ponga en contra de los trabajadores, sí lo vamos a enfrentar‘, señaló Moyano, quien denunció que el Gobierno nacional ‘toma medidas para proteger a un sector de la sociedad en forma inmediata y tarda demasiado para proteger‘ a los más vulnerables, que son ‘los que sufren las crisis‘.
A su vez, el metalúrgico Caló afirmó que ‘este es un acto en defensa de los puestos de trabajo‘, al tiempo que afirmó que el próximo 22 de agosto habrá ‘una sola CGT‘. Respecto al proyecto para frenar los despidos aprobado en el Senado, dijo estar ‘convencido‘ que ‘los compañeros diputados también lo van a aprobar‘ y lanzó: ‘Si el señor Presidente veta esta ley, el movimiento obrero en su conjunto va a salir a pelear en la calle‘. En esa misma línea, Micheli alertó al gobierno que ‘si vetan la ley‘ antidespidos ‘va a haber conflicto‘ y amenazó que ‘si no escuchan, habrá un paro nacional también‘. En tanto, Yasky advirtió a Macri que si decide ‘ignorarla o vetarla‘ a la ley de emergencia laboral, ‘este acto va a ser una miniatura en comparación con el ‘que haremos para que se respete la norma‘. ‘Creo que hoy, 29 de abril, va a pasar a la historia del movimiento obrero, hoy empieza una historia distinta, el movimiento obrero unido, de pie, pidiendo respeto al trabajo‘, enfatizó.
