El presidente de Boca, Daniel Angelici , habló acerca del gobierno de Mauricio Macri , de quien es amigo, y a si existe una injerencia por parte del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial. En línea con esto, en una entrevista en el programa A dos voces, de TN, se refirió a la acusación que, entre otras personas, le hizo la diputada nacional por la Coalición Cívica Elisa Carrió quien lo tildó de “operador judicial”.

 

Explicó: “Veo por primera vez que este Gobierno cree realmente en la división de poderes; no tiene ni necesita operadores. No conozco que este Gobierno tenga un solo operador que vaya a los tribunales a hablar”. En ese sentido, el dirigente opinó que los argentinos votaron un cambio, que él dice ver.

 

“Yo no lo soy [un operador de Cambiemos]”. Yo siempre dije, yo soy abogado, conozco muchos compañeros que hoy son jueces, muchos he conocido por ser presidente de Boca y otros por el Colegio de Abogados, pero lo digo tranquilamente”, agregó.

 

Durante la nota, ironizó respecto de la controversia que envuelve al fútbol argentino y que tiene al líder de la Superliga en el foco: “Si fuera tan fácil para Boca, me hubieran avisado antes así no gastábamos tanto dinero en armar un plantel de jerarquía. No es casualidad que el equipo esté primero hace tanto tiempo, que salió campeón…”.

 

Acto seguido, le devolvió la pelota a sus críticos. “Tenemos un buen plantel, con 14 o 15 jugadores de Selección. La crisis es oportunidad, así pienso yo, no es para mirar al otro”, dijo, en alusión indirecta a River.

 

A su vez, el titular de La Ribera se refirió a los insultos a Mauricio Macri en los diferentes estadios de Primera División y el Ascenso. “Yo veo una parte cultural, de cómo viven el fútbol los argentinos. y como se venía hablando de los errores arbitrales, pasó a ser un hit. Muchos son votantes y lo van a volver a votar. No estoy de acuerdo con que se insulte al presidente, espero que esto pase”, puntualizó.

 

“A Mauricio le gusta el fútbol, es hincha de Boca, de ahí a pensar que un presidente pueda meterse en el fútbol y en los arbitrajes, es un disparate”, completó. Y sobre la posibilidad de suspender los encuentros ante la agresión verbal, fue tajante: “No estoy de acuerdo, los partidos hay que jugarlos”.