Ni diez puntos, ni ocho, ni cinco, apenas tres. El candidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, ganó ayer -con susto- el balotaje en la Ciudad de Buenos Aires y se convirtió así en el sucesor de su jefe, Mauricio Macri, al frente del Gobierno porteño hasta 2019.

Una elección que abre muchas dudas sobre el futuro para la candidatura presidencial de Macri ya que perdió mucho caudal en su único bastión electoral, y que catapultó, de manera insospechada, la figura política del otro contrincante en este balotaje: el referente de ECO en la Ciudad, Martín Lousteau.

De todos modos, el PRO, Lousteau, Elisa Carrió y Ernesto Sanz son socios a nivel nacional para las PASO y las elecciones generales del 25 de octubre.

El ajustado triunfo de Rodríguez Larreta con 51,61% de los sufragios contra el 48,39% de Lousteau dio cuenta que el voto en blanco, que abrió tanta polémica en la campaña de la segunda vuelta, no fue protagonista, pese a que los candidatos de los otros partidos que se quedaron afuera del balotaje, incluido el kirchnerismo, habían bajado línea a sus seguidores para que elijan esta opción.

Los porteños, en su mayoría, optaron por el voto positivo siendo el candidato opositor, el más beneficiado. Igual, el voto en blanco alcanzó un máximo histórico en las elecciones a Jefe de Gobierno con un 5,05%, el más elevado desde 1996 -cuando se realizó la primera elección ejecutiva porteña.

En la primera vuelta Rodríguez Larreta se alzó con el triunfo con el 45,5% de los votos, 20 puntos más que Lousteau que había cosechado un 25,5%.

Este resultado encendió alarmas en el PRO ya que obtuvo el porcentaje más bajo de votos desde que se instauró el balotaje en la Ciudad. En 2007 Macri obtuvo el 60,9% de los votos y en 2001 el 64,2. Es decir, que en este balotaje el PRO resignó un 12% respecto a su último test electoral de segunda vuelta.
El PRO también cedió en este balotaje nueve de las 15 comunas porteñas logrando retener sólo 6 de las comunas que consiguió en primera vuelta y sumando derrotas de hasta 9 puntos en las comunas del centro de la Capital, claves en una elección.
Pese al acotado triunfo que dejó poco margen para festejo, el electo jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró anoche que llevarán su ‘mensaje de cambio a toda la Argentina‘.
Con un marcado mensaje de respaldo a la campaña presidencial de su antecesor, Mauricio Macri, Rodríguez Larreta resaltó que el jefe del PRO ‘mostró que en la Argentina se puede‘ y resaltó que ‘va a llevar esta esperanza de cambio a los argentinos a partir del 10 de diciembre‘.

En el búnker de Costa Salguero, Larreta resaltó que es ‘un enorme orgullo que los porteños sigan apoyando esta transformación‘.
En tanto, afirmó que ‘con Mauricio (Macri) presidente, la Argentina va a recuperar la senda del crecimiento, del desarrollo‘, y pronosticó que ‘se abre la oportunidad de trabajar con el gobierno nacional‘.
Por su parte, Macri intentó mantener viva la esperanza para las presidenciales con un mensaje de alto contenido proselitista.
Consideró que Argentina se ‘merece‘ una ‘Justicia independiente con jueces que hagan respetar las leyes‘. Prometió, en caso de ganar las elecciones presidenciales, que ‘las jubilaciones seguirán en manos del Anses‘, pero aclaró que el organismo ‘no será una herramienta política partidaria‘. También consideró que la Asignación Universal por Hijo ‘es un derecho no un regalo’.