El senador nacional Miguel Pichetto contó en una reunión organizada por el Colegio de Abogados que, en un eventual ballottage entre Mauricio Macri y la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner , no votaría por el kirchnerismo. En un mano a mano con Carlos Pagni para Odisea Argentina, explicó: "La grieta en la Argentina tiene que ver con una visión democrática o con concesiones autoritarias que anidan en el seno del kircnerismo no resueltas". Según definió, la de este año es una elección bisagra.

Tal como describió, la Argentina está discutiendo "entre un modelo capitalista y uno de intervención del pasado, de intervención socialista con una economía cerrada, cepo y control de importaciones". Sin embargo, aclaró que es importante defender a las empresas porque no es "el mundo de Obama alegre".

Para él, la discusión es de política internacional y económica. "Creo que hay que mantener un rumbo capitalista e inteligente. Creo en la apertura, no tonta. Defendiendo los intereses nacionales pero integrado al mundo", sugirió. Y agregó: "Hay mucha proclividad de algunos sectores a jugar con el esquema de las emociones en la Plaza".

Además, Pichetto diferenció la situación actual de la del 2001. "Si una situación de esas se repite en la Argentina significaría un aislamiento profundo, muy complicado y con un castigo del mundo y de los países más importantes. Argentina sería, definitivamente, un país poco creíble y 'defaulteador'".

"No me gustan las emociones y tampoco me gustan mucho los componentes que no sean racionales, en la construcción del camino de la Argentina. Rechazo totalmente el esquema de esas plazas donde, muchas veces, se ha decidido el peor destino para el país", dijo. Y ejemplicó esta postura al hablar de "la Argentina del fútbol", donde se exterioriza la irracionalidad. "Estoy totalmente alejado de eso y del componente del odio".

Además, dijo que aún no le ofrecieron ocupar la vicepresidencia en la fórmula de Macri, y habló de la realidad de Alternativa Federal: "Hay un fuerte debilitamiento del espacio pero todavía quedan expectativas". Y advirtió: "Me perturba la idea de que la Argentina vuelva al pasado". Según el senador, la Argentina se mira "con espejo retrovisor" y plantea debates que quedaron viejos.

"Sería interesante que los que dicen defender a los pobres miren el ejemplo de Venezuela. A veces discutir mucho sobre la pobreza y alentar el discurso de los pobres implica aceptar un futuro de derrota. Yo creo que la Argentina tiene salida", opinó el referente del Partido Justicialista. "No quiero discutir desde la ideología del pobrismo, sino que quiero ver cómo sacamos a los pobres y los ponemos en el mundo laboral. De lo contrario, seguimos trabajando con planes que es una forma de dependencia. Ese es un modelo de democracia muy precaria donde siempre ganan los oficialistas".

Más adelante, habló del gobierno de Macri y opino que es más federalista que el del kirchnerismo porque "tuvo que negociar y acordar en el Senado y tuvo que cederle a las provincias reclamos que la Justicia aún no les había concedido". "El proyecto de Macri culmina en el 2023", proyectó. Para él, a partir de ese año, el debate político a partir será de la generación de los 40 a los 50 años, de la que son parte Larreta, Vidal, Uñac y Sergio Massa, a quien aconsejó: "Le diría que mire el futuro".

En cuanto a la Justicia y la corrupción, Pichetto dijo que "el proceso de la prisión preventiva fue tremendo para el país porque violenta derechos y garantías individuales y configura un atraso del derecho penal". "Si lo único que importa en la Argentina es Comodoro Py no tenemos destino", enfatizó. Y describió que la combinación entre arrepentido y prisión preventiva es "cianuro puro". "Las leyes del arrepentido y la extinción de dominio son leyes para narcos", resaltó.