El Gobierno propuso ante la justicia de los Estados Unidos reabrir el canje de deuda para los bonistas que no ingresaron a operatorias similares instrumentadas en 2005 y 2010, en el marco de la disputa con fondos especulativos de inversión.
Los abogados del Gobierno argentino argumentaron en documentos judiciales presentados el viernes a la medianoche ante la Corte de Apelaciones de Nueva York, que, dentro del proceso, era ‘erróneo ignorar el coro de voces‘ que se opuso a su orden de noviembre de pagar a los acreedores excluidos llamados ‘holdout‘ la cantidad de 1.330 millones de dólares.
Esos pagos, que en principio irían en garantía a una cuenta controlada por la Corte, pondrían en peligro el servicio de 24.000 millones de dólares de la deuda reestructurada, escribieron los abogados en los documentos presentados a la Justicia de Nueva York.
‘No hay poder legal que permita a una corte estadounidense ordenar a un país soberano traer a Estados Unidos activos que gozan de inmunidad con el fin de ser ’devueltos’ o distribuidos entre sus acreedores‘, agregaron los abogados del Gobierno argentino en el documento de 69 páginas.
La corte de apelaciones tiene previsto decidir el próximo año si se debe obligar a Argentina a pagar los 1.330 millones de dólares a quienes tienen en su poder bonos en cesación de pagos. La decisión podría tener amplias repercusiones sobre la capacidad de los gobiernos para recaudar fondos mediante la emisión de bonos y el margen de acción de los países en crisis económica para reestructurar sus deudas.
Ese argumento fue utilizado por el juez distrital de Manhattan Thomas Griesa a fines de noviembre para ordenar a Argentina depositar los 1.330 millones de dólares en una cuenta custodia hasta que la Cámara de Apelaciones resuelva sobre la cuestión de fondo. Pero, luego Argentina logró que la corte de apelaciones suspenda la orden de realizar el depósito hasta que todas las partes no sean escuchadas en el proceso que está previsto que finalice a fines de febrero.
El caso, que tiene años en las cortes estadounidenses, se originó tras el incumplimiento al que incurrió Argentina en 2001, en el pago de su deuda soberana de 100.000 millones de dólares. El país está tratando de evitar el pago a los acreedores que se negaron a participar en masivas reestructuraciones de la deuda en el 2005 y el 2010. Alrededor del 92% de los bonos fueron reestructurados, dando a los titulares entre 25 centavos y 29 centavos por cada dólar adeudado.
Como una muestra de buena voluntad, Argentina dijo en su escrito que estaba dispuesta a pedir autorización a su Congreso para reabrir el canje de deuda, sin modificar sus condiciones del 2010, para aquellos ‘holdouts‘ que estén dispuestos a aceptar una reducción en sus acreencias.
La oferta busca dejar sin efecto la acusación de que Argentina discrimina a sus acreedores cada vez que realiza un pago a aquellos con bonos reestructurados y al mismo tiempo se niega a honrar a los tenedores de deuda impaga.
Fuente: DyN, Reuters

