El Santuario San Cayetano de Liniers ya se prepara para recibir a miles de fieles que veneran al santo del Pan y Trabajo, mientras los primeros devotos instalaron sus carpas en los alrededores para esperar este viernes 7 de agosto, día de la celebración central.

"Para este fin de semana esperamos que se multipliquen las carpas, como cada año, con peregrinos que vienen a agradecer y no tanto a pedir", dijo Gerardo Castellano, párroco desde hace 10 años del Santuario ubicado en el límite entre la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

La pandemia por la gripe A, que ya causó numerosas muertes en el país, obligó a las autoridades eclesiásticas a tomar medidas preventivas, por lo cual cada peregrino tendrá que colocarse alcohol en gel en las manos antes de ingresar al templo.

Aunque los días son helados, los fieles ya comenzaron a instalarse al costado de la cancha de Vélez Sarsfield. "Tienen un compromiso interno con San Cayetano así que soportan lluvias y fríos sin ningún problema", apreció el cura.

Las quejas de los vecinos, molestos por algún asado o cierta algarabía, llevó el fervor por el patrono del trabajo lejos de la iglesia. Por eso cada día, desde el 29 de julio cuando comenzó la novena, el propio párroco se acerca al playón del club de fútbol a saludar a los primeros fieles.