Eficiencia, consumo, tarifas, tipo de conexión, seguridad y distribución son algunas de las variables que ahora influyen al momento de optar por un sistema de calefacción que permita sobrellevar los meses de invierno sin arrasar con el bolsillo.

Lejos de un dilema binario sencillo que -subsidios en tarifas mediante- se dirimía hasta hace no mucho por la simple predilección o existencia doméstica de artefactos a gas o eléctricos, ahora la decisión de cómo calentar una casa o departamento obedece a factores más racionales y menos -mucho menos- mundanos. Los motivos, en principio, son dos. Uno, la quita de subsidios a los servicios que incrementó hasta un 300 por ciento la boleta de gas y 500 la de luz. El otro, la crisis en materia de generación y distribución eléctrica que el último año redundó en cortes de hasta 33 horas promedio al año por usuario.

Entonces, ¿qué conviene? ¿Tiro balanceado o aire frío-calor? ¿radiador o estufa? ¿caloventor o losa radiante? ¿Bufanda o edredón? Ese, a partir de ahora, será el dilema capital que deberán resolver los usuarios de cara a los meses más fríos del año.

‘Un sistema eficiente es aquel que para darte el servicio necesario consume menos energía. En calefacción, la ecuación es cuánta energía consume y cuánto calor te entrega‘, explicó a Télam Carlos Tanides, Coordinador del programa Ambiente y Energía de Fundación Vida Silvestre.

Explicado esto, para Tanides, -la mejor opción para combatir el frío es ‘sin duda alguna, el aire acondicionado‘.

‘Los aparatos de aire acondicionado frío-calor con etiqueta de eficiencia A/A -la más eficiente- consume cuatro veces menos que un tiro balanceado. La diferencia es muy grande y el mundo busca ir hacia ese tipo de aparatos porque además emite muchísimos menos gases de efecto invernadero‘, explicó.

La aseveración va en sintonía con las elecciones de los usuarios. Desde una empresa de electrodomésticos afirman que las preferencias de los consumidores muestran preponderancia en sistemas de calefacción eléctrica ‘en más de un cincuenta por ciento‘.

Algo semejante relevaron en la plataforma de venta online Mercado Libre, donde el 76% de los compradores de estos aparatos opta por versiones eléctricas, mientras que solo el 21% lo hace por las que funcionan a gas. Sin embargo, de aquel total, solo el 12% se volcó a los split frío-calor (entre 6.500 y 15 mil pesos) y el 33.5 optó por los paneles (800 y 1.800). No obstante, la predilección eléctrica se enfrenta con un problema coyuntural innegable: en 2003, los cortes promedio de suministro eléctrico era de seis horas por usuario por año, mientras que en 2014 escaló a 33.

Sin embargo, si de confort térmico se trata, Antoniazzi aseguró que las calderas duales que funcionan con gas y el transporte de agua caliente (losa radiante/radiadores) ofrecen la mejor solución.

‘Sobre los costos -detalló- dependerá del nivel de uso, pero el beneficio es que si uno tiene instalados equipos split para calefaccionar o refrigerar los distintos ambientes, podrá prender aquellos que necesite en cada momento, mientras que las calderas a gas funcionan en todo los ambientes con un termostato de corte‘. Por eso, en materia de dilemas térmicos invernales aún no existen soluciones absolutas. ‘Aunque el aire sea lo más eficiente, primero es necesario que el Estado tome cartas en el asunto para mejorar las redes de distribución eléctrica para que cesen los cortes‘, concluyó Tanides.