Sus palabras no son del todo claras. Se toma tiempo para pensar cada frase. Se muestra angustiada, quebrada, al borde de las lágrimas. No tiene maquillaje y su rostro está visiblemente más hinchado que lo normal. Se para frente al micrófono de los tribunales de Gualeguaychú con saco beige y pantalón negro, pero nunca levanta la mirada del suelo. La escuchan atentamente los jueces Mauricio Derudi, Alicia Vivian y Arturo Dumont y los testigos del caso. Es la primera vez que se observa y escucha a Nahir Galarza contar cómo mató a su novio, Fernando Pastorizzo. Un material difundido en El Diario de Mariana que muestra el relato en primera persona de la protagonista del caso policial más resonante de los últimos tiempos.

"Ninguno de los dos tuvo tiempo a nada, fue un accidente y por más cosas que me ha hecho, tampoco le hubiera deseado que pasara eso, nunca jamás en mi vida le hubiese deseado la muerte a nadie, ni jamás lo voy a hacer", sostuvo Nahir en su relato. Un descargo entremezclado por la angustia y la desazón de saberse involucrada en la muerte de quien hasta esa noche fue su pareja, pese a su insistencia en demostrar que era solo amigos "con derecho".

El lunes 25 de junio, la joven prestó declaración y brindó su versión sobre los hechos que terminaron con la vida de Pastorizzo. "Venía manejando con una sola mano. La moto se empezó a tambalear y tuvo que agarrarla con las dos manos. En ese momento me agarré de él y le saqué el arma. Se la saqué solamente. Nos caímos los dos para el costado", contó Nahir, quien nunca logró pronunciar una frase de corrido, al verse sobrepasada por la angustia y el llanto.

En ese tramo de su narración, se refirió a las balas que mataron a Fernando: "Enseguida, cuando me alcanzo a levantar de nuevo, quedé aturdida. Esos fueron los dos disparos. Fueron dos segundos nada más. Fue todo rápido. Se me puso la mente en blanco. No sabía qué hacer, porque estaba él ahí y el arma de mi papá en el medio".

Nahir no recuerda con exactitud los minutos siguientes a los disparos. "Se me puso la mente en blanco, me sentía nerviosa", dijo, antes de pasarse un pañuelo sobre sus lágrimas. Y continuó: "Me quede aturdida, estaba viendo todo desde lejos y no sabía qué hacer, nunca me había imaginado pasar por una situación así".

En la causa se incorporó un video de una cámara de seguridad que la muestra a Nahir mientras regresa a su casa. Según la joven, se enteró de la muerte de Fernando cuando la madre de su novio la llamó para darle la noticia. Con este argumento, ella intentó demostrar que pese a reconocer que le disparó, nunca supo que había fallecido. Aunque tampoco intentó ayudarlo.

"No me podía quedar, pero tampoco me podía ir. Me fui a mi casa y estaba todo igual. Todos estaban durmiendo. Yo sabía, por supuesto, que Fernando había recibido un disparo. Pero el otro no se veía. Estar herido no significa que te vayas a morir. No me imaginaba. No tenía noción. Ni siquiera se me cruzó por la cabeza que iba a morir. Me enteré cuando me llamó la mamá. Se me paró el corazón", sostuvo en su relato.

En otro tramo de su declaración, Nahir contó los supuestos hechos de violencia que sufrió por parte de Fernando, horas antes del asesinato. "Me insultaba, me decía que era una zorra, una desesperada y después se puso más agresivo. Porque yo le contestaba y se puso peor. Me empezó a sacudir, yo le agarré de los brazos con el que me estaba pegando".

Tras cuatro semanas de juicio, el próximo martes se conocerá su futuro y no se descarta que la Justicia pueda condenarla a prisión perpetua, un hecho casi sin antecedentes en la historia de la criminología argentina.