Tras el enojo por el acuerdo cerrado con el FMI que puso la interna en el oficialismo al rojo vivo y dejó al Frente de Todos al borde del quiebre, el grupo de senadores rebeldes que votaron en contra de la refinanciación de la deuda ahora apuntan a pagarle al Fondo con lo recaudado de un nuevo impuesto a la riqueza. Se trata de un plan del kirchnerismo duro que impulsa la propia Cristina Kirchner, que ayer después de presentado el proyecto en el Congreso, pidió al embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, "la colaboración de su país con el proyecto de ley que propone crear un Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI con recursos recuperados en el exterior del lavado y la evasión".

"Recibí en el Senado a Marc R. Stanley, embajador de los Estados Unidos. Conversamos sobre distintos temas de interés común: lavado de dinero, trata de personas y derechos humanos", informó la expresidenta. "Además -agregó- le solicité la colaboración de su país con el proyecto de ley para pagar la deuda al FMI".

Por lo pronto, el plan ya cosechó el guiño del presidente Alberto Fernández, que avala el proyecto aunque no lo impulse el Ejecutivo.

Según el proyecto presentado por el grupo de senadores del Frente de Todos que representan a CFK en la Cámara Alta el pago de la deuda sería financiado con un nuevo impuesto que se cobrará a quienes tengan bienes en el exterior "que fueron fugados y no están declarados ante el fisco". Será un

"aporte especial de emergencia" como el denominado impuesto a los ricos que se estableció en 2020 para financiar gastos de la pandemia por covid-19.

Según el documento difundido ayer, el aporte "no representará una nueva carga impositiva para la mayoría de los argentinos y argentinas, ya que sólo le corresponderá pagar a quienes tengan bienes en el exterior, estén evadiendo impuestos o lavando dinero".

Los alcanzados por este aporte deberán realizar un aporte del 20% de sus bienes no declarados, que deberá ser abonado en dólares.

El proyecto indica que "en el caso de declarar los bienes pasados los seis meses de la entrada en vigencia de la ley, la alícuota subirá al 35%", y agrega que quienes no se allanen al pago de este aporte "corren el riesgo de tener una pena en prisión, tal como lo estipula la ley vigente".

La norma también alcanzará a quienes hayan hecho un cambio de residencia fiscal a otro país, "cuando el verdadero centro vital de intereses continúe siendo la República Argentina".

  • Amparo legal para quien aporte datos

Los senadores proponen también usar la figura del colaborador, que se aplicará a quienes faciliten el hallazgo de bienes no declarados. Podrán colaborar tanto las personas físicas como también las entidades bancarias, que serán liberadas de cualquier acuerdo de confidencialidad con el evasor.

Los que ayuden a este fin serán premiados con hasta el 30% de lo que se obtenga por la información aportada. En ese sentido, para poner en vigencia esa figura se informó que "se presentará otra iniciativa que modifique las excepciones al secreto bancario, bursátil y fiscal", lo que le permitiría a los fiscales a cargo de la investigación de la causa no tener que esperar la autorización de un juez para acceder a esa información.

A través de sus considerandos, los legisladores oficialistas aseguran que "al 31 de diciembre de 2021, según las estadísticas oficiales, hay 417.507 millones de dólares de argentinos en el exterior y/o fuera del sistema financiero institucionalizado de nuestro país" y afirman que "de ellos se encuentran declarados ante la AFIP sólo 69.000 millones de dólares".

El proyecto, aunque no lo impulsa el Ejecutivo, tiene al aval de Alberto Fernández. "El Gobierno valora la iniciativa del Bloque de Senadores del


El impuesto anterior

El impuesto a la Riqueza en su versión pandémica fue un proyecto de Máximo Kirchner. Afectó a las fortunas superiores a los $ 200 millones y, hasta fines de 2021, recaudó $ 230.000 millones, aunque hubo numerosas presentaciones judiciales para eludir el pago por considerarlo "confiscatorio".

  • La viabilidad está en duda por los votos

El proyecto de Máximo Kirchner de impuesto a la riqueza de 2020 pasó sin susto por el Congreso ya que el oficialismo tenía mayoría propia en el Senado, y con aliados, lograba aprobar leyes en Diputados. Pero tras las elecciones legislativas de 2021, tras la rotunda derrota, el Frente de Todos quedó debilitado en el Congreso y eso pone en duda la viabilidad del nuevo proyecto, que de plano, ya salió a rechazar Juntos por el Cambio. Pese a la desventaja, desde el FdT dicen que "se va impulsar".

Y agregaron: "Sale con mayoría simple, se deberán buscar alianzas". También agregaron que el diputado Carlos Heller estaría trabajando en una iniciativa similar para la Cámara Baja. Esto implica que habría dos proyectos en danza.

Más allá de estas dudas políticas, la iniciativa hace ruido además por los tiempos: no se mencionó durante la negociación del acuerdo que acaba de aprobar el board del FMI y prevé condiciones distintas a la de ese documento. Hasta ahora, se supone que parte de la plata para pagar la deuda (o al menos para reducir el déficit) vendría del crecimiento y de la reducción de los subsidios.