Un día y medio antes del retorno a clases luego del receso invernal, la Ctera convocó a una “jornada nacional de protesta” con paro y movilizaciones para lunes y martes. La decisión se conoció mientras los gremios de provincia resolvían la aceptación o rechazo a la conciliación obligatoria dispuesta esta semana. Pero Suteba informó que adherirá a esa medida y entonces se complicará el regreso de la actividad en las escuelas bonaerenses.

El gremio que conduce Roberto Baradel adoptó una determinación distinta a la de los otros sindicatos y endureció el enfrentamiento con el gobierno de María Eugenia Vidal. Por primera vez en el conflicto salarial con el sector, las organizaciones de maestros y profesores tomarán caminos diferentes. Las conducciones de Udocba, Sadop (privados) Uda y Amet acatarán la conciliación del ministerio de Trabajo y volverán a clases el lunes. La FEB (federación que también agrupa a educadores estatales) también confirmó que n acatará la conciliación obligatoria. 

La decisión de la central nacional de educadores se conoció a menos de 48 horas de la reanudación de la actividad en escuelas de CABA y Provincia. Los gremios porteños ya habían adelantado la huelga. Y los de Buenos Aires suspendieron una medida de 72 horas, excepto Suteba que hará dos días de paro, según informó. Esa determinación los pondría en infracción porque –de acuerdo con la explicación oficial- la conciliación “fue notificada fehacientemente a las organizaciones gremiales”.

De acuerdo con las consultas realizadas por Clarín, la desobediencia gremial a esta normativa implicaría multas para las entidades que agrupan a los trabajadores. “Está pendiente una sanción por incumplimientos del año pasado y ahora se revisará la actuación en los próximos días para evaluar el caso”, explicaron fuentes del gobierno. Aún restan ajustes, pero la multa para Suteba sería de 600 millones de pesos “aplicando las escalas mínimas previstas en la ley”, se aclaró.

El lunes pasado hubo otro intento por destrabar la paritaria que debe resolver el aumento para casi 300 mil docentes de Buenos Aires. El gobierno de María Eugenia Vidal propuso un incremento de 15% semestral; un suplemento de 1,7 por “material didáctico” y el compromiso de retomar la negociación a fines de agosto. El Frente de Unidad Gremial (FEB, Suteba, Uda, Amet, Udocba, Sadop) reclamaba 30% de mejora y una cláusula automática de ajuste por inflación. Fue la octava propuesta oficial desde que en febrero comenzó la discusión.

Dos días después las autoridades liquidaron “a cuenta de futuros aumentos” un 5% más en los haberes de maestros y profesores. Y anticiparon el pago de los sueldos de julio, que ingresaron a las cuentas el viernes 27, casi 10 días antes que lo habitual.

El jueves, el Frente anunció un paro por 72 horas, que estaba decidido por los órganos directivos que se reunieron antes de la paritaria. Pero el ministerio de Trabajo, a instancias del Ejecutivo dispuso la conciliación obligatoria. Es decir, suspender toda acción, retrotraer la situación previa al inicio del conflicto yestablecer una “tregua” de 15 días hábiles.

En Suteba sostienen que “se resolvió en forma irregular, sin hacer el llamado formal a la conciliación” y que preparan recursos administrativos para atacar la medida en la Justicia.