El pase de facturas entre la Justicia y el Gobierno por crecimiento del narcotráfico en Argentina siguió en escalada ayer de la mano del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien disparó munición gruesa contra los jueces del norte del país. Berni aseguró haber invitado a varios jueces ‘a trabajar a la frontera‘ para interiorizarse de las acciones en contra del narcotráfico, pero ‘muchos no quieren porque le dan miedo las víboras, las arañas o les molesta el calor‘. ‘Otros tienen tremendo pánico y terror porque cuando recorremos en helicóptero te tirotean del otro lado de la frontera‘, indicó el funcionario nacional.
En declaraciones a las radios La Red y Del Plata, Berni señaló que ‘muchos hablan pero son pocos los que todos los días, además de la responsabilidad, ponemos el coraje y la valentía para estar en el lugar. Solamente estando en el lugar se puede comprender la situación y aportar las soluciones viables para agilizar el tema de la lucha contra el narcotráfico‘.
Berni también afirmó que el narcotráfico ‘tiene una dinámica que hoy la Justicia no acompaña‘ y reconoció que el poder que genera el dinero derivado de ese negocio ‘corrompe a jueces, políticos y policías‘. ‘No pongo las manos en el fuego por nadie‘, agregó, pero fue aún más lejos.
Berni aseveró que ‘todas las investigaciones se hacen con autorización de la Justicia‘ y, a modo de ejemplo, contó una situación en la que, en medio de un operativo, un juez de Santiago del Estero se negó a responder a un requerimiento por parte de las fuerzas de seguridad para una orden de allanamiento porque ‘dormía la siesta‘.
‘Estuvimos una semana en el campo con la Gendarmería, en el medio del monte santiagueño. Teníamos a toda la banda reunida haciendo la operación. Entre dos jueces federales, uno de Santa Fe y uno de Tucumán, primero no los encontrábamos, después no los podíamos interrumpir porque dormían la siesta. Cuando reaccionaron ya no había nada, la operación se arruinó‘, sostuvo Berni. Y agregó: ‘No sabemos si es connivencia, omisión o incompetencia‘.
En medio de la polémica, varios funcionarios del Gobierno nacional rechazaron ayer la implementación de una ley de derribo contra los aviones de los narcos porque ‘sería una pena de muerte sin juicio previo’. En tanto, el ministro de Seguridad, Arturo Puricelli reconoció que ‘el crecimiento‘ del narcotráfico ‘es muy grande en el país‘ y que Argentina tiene fronteras ‘permeables’.
