Sin seguidores. Boudou se fue de Ezeiza, acompañado por su abogada, la sanjuanina Graciana Peñafort. No lo esperaron ni seguidores ni aplausos.

El exvicepresidente de la Nación, Amado Boudou, salió ayer del penal bonaerense de Ezeiza bajo fianza tras pasar cuatro meses detenido por una condena en la causa Ciccone Calcográfica que fue apelada y aseguró ante la prensa que seguirá defendiendo su "inocencia".

Boudou dejó la cárcel minutos antes de las 19 y dijo que en la Argentina "hay presos políticos", en alusión a los exfuncionarios kirchneristas que afrontan causas judiciales por delitos de corrupción.

En ese sentido, aseguró que "muchos compañeros están presos sin causa".

Boudou fue liberado bajo la fianza de un millón de pesos, dispuesta por el Tribunal Oral Federal (TOF), aunque deberá usar tobillera electrónica y no podrá salir del país. En breve diálogo con periodistas, dijo que en lo personal está "contento pero no podemos estar felices cuando hay muchos compañeros que están detenidos sin causa". "En la Argentina hay presos políticos", dijo Boudou al sostener que se abusa del dictado de prisiones preventivas.

Al respecto, indicó que "hay compañeros de la política que están con prisión preventiva", también "empresarios, sindicalistas, con una vara desigual". "No vamos a dejar de luchar por ellos", acotó y apuntó que "hay sentencias y condenas que van a quedar como ejemplos de arbitrariedad para los jóvenes que estudien Derecho".

Asimismo, sostuvo que va a seguir "defendiendo" su "inocencia" y señaló que el fallo que lo llevó a prisión "tiene cuatrocientas páginas". "Está claro que han tratado de escribirlo llenando adjetivos, garabatos", argumentó.

El exvicepresidente había sido condenado en agosto a cinco años y 10 meses de prisión, acusado de haberse quedado con la calcográfica Ciccone a través de testaferros, pero ese fallo fue apelado por su defensa y aún no está firme. Ayer pudo recuperar su libertad por los votos de las juezas María Gabriela López Iñiguez y Adriana Palliotti, quienes entendieron que le corresponde la excarcelación porque la condena en su contra no está firme, ni pone en riesgo el caso Ciccone II.

La colocación de tobillera con el sistema de geolocalización GPS tendrá por objetivo garantizar que el exfuncionario no se aleje más de 100 kilómetros a la redonda de donde fije su punto de residencia. Además deberá presentarse ante el TOF 4 una vez cada 15 días.

Durante la mañana del miércoles hubo inconvenientes para depositar el millón de pesos que se le fijó como caución para que el exfuncionario obtenga la libertad, pero el depósito se terminó haciendo en efectivo a través de una sede bancaria.

El exvicepresidente Amado Boudou volvió a su casa de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires. Su llegada, sin embargo, estuvo lejos de las épocas dónde devolvía, con una sonrisa, el saludo a los militantes K que lo aclamaban: en la calle Lanín no lo esperaron seguidores ni aplausos. Sólo ruido a ciudad.



Los detalles de la tobillera electrónica

 

La tobillera electrónica, que debe usar Boudou, permite supervisar ubicación y desplazamiento de las personas procesadas y/o condenadas, explicaron fuentes del Ministerio de Justicia.

El mecanismo será controlado por la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica, dependiente de la subsecretaría de Asuntos Penitenciarios y Relaciones con el Poder Judicial. Se trata de un aparato fijo, ajustado al tobillo del detenido, que permite la comunicación permanente con el Centro de Monitoreo. El aparato tiene una vida útil de unos dos años -la unidad fija de la batería dura 18 meses-. El GPS establece su posición en tiempo real.

Consta de una unidad de monitoreo residencial y el centro donde se recibe la información, que está conectado a la red telefónica fija o de un celular. En el centro de monitoreo hay personal las 24 horas. Cuando se activa un alarma, avisan al 911 y al juez.

Según el protocolo, existen 10 señales de alerta: salió en horario no permitido (puede ser por trabajo o estudio), falta mensaje de supervisión (la central de la vivienda tiene un chip que manda señales periódicas a la central), falta de energía (la batería dura 48 horas), apertura o corte de pulsera, no detección de cuerpo, caja del aparato inclinada (cuando es movido el aparato instalado en una vivienda), batería de pulsera baja, detección de una pulsera adicional, no regresó y regresó tarde.